Todo hacía presagiar que el partido entre Ñublense y Cobreloa tendría polémicas por montón. A mitad de semana, los loínos descendieron a la Primera B tras ser penalizados con la resta de tres puntos por infringir el reglamento. Y la denuncia la hizo, precisamente, el elenco chillanejo, complicado con el descenso al igual que los de Calama.
Por eso, los ánimos estaban caldeados desde la previa. Esto quedó más que claro cuando el equipo dirigido por Marco Antonio Figueroa salió a la cancha del estadio Nelson Oyarzún y no saludó al equipo local, generando la sorpresa de los dueños de casa y las pifias del público. El cuadro de Calama tenía sed de venganza y quería darle el mismo castigo para su verdugo: hacerle perder la categoría.
El partido comenzó friccionado, tal como se esperaba. Pierna fuerte, faltas, tarjetas amarillas, reclamos, de todo. El árbitro Roberto Tobar intentó bajar la tensión dialogando con los jugadores de ambos equipos. A los 7', Cobreloa abrió la cuenta por medio de Cristaldo. Así, la revancha de los naranjas comenzaba a hacerse realidad.
Ñublense reaccionó y a los 32' empató por medio Jonathan Cisternas. La igualdad provocó la desesperación de la visita, que dos minutos después sufrió la expulsión de Sanhueza, por un fuerte planchazo contra Sagredo. Figueroa reclamó airadamente la decisión y también se fue expulsado. El Fantasma, fuera de sí, ingresó a la cancha a reclamarle a Tobar. Luego se vivió uno de los episodios más polémicos, porque el DT al abandonar el césped tomó un micrófono del CDF y gritó: "¡Kibliski, eres una rata, huevón!", en alusión a la denuncia que hizo el presidente del club y que terminó por mandarlos a la B.
En el segundo tiempo, Cobreloa revivió luego de que Varas desviara un penal a los 50', porque luego Barbosa puso el 2-1, se sacó la camiseta de Cobreloa y le hizo una reverencia. Pero volvió a reaccionar el cuadro de Fernando Díaz, que a los 65' puso el 2-2 gracias a un cabezazo de Riquero y dos minutos más tarde Sagredo puso el 3-2 con un tiro libre.
Eso sí, nada le sirvió a Ñublense, porque Antofagasta empató con O'Higgins y Audax perdió con San Marcos de Arica. Así, se concretó el descenso de los de la Octava Región. Todos se fueron tristes del Nelson Oyarzún. Rojos y naranjas lloraron la pérdida de la categoría.