Vincent Van Gogh habría fallecido debido a un disparo accidental realizado por un adolescente en la localidad francesa de Auvers-sur-Oise en 1890, según revela una nueva biografía del artista, que pone en cuestión la tesis del suicidio.

Tras estudiar miles de documentos y libros relacionados con el pintor, Steven Naifeh y Gregory White Smith, autores de Van Gogh: la vida, concluyeron que, contrario a lo que se creía, Van Gogh no se suicidó, sino que fue alcanzado por el disparo de un joven de la localidad, a quien conocía, cuando se lo encontró en un campo de trigo al que solía ir a pintar.

Según el libro, fue René Secrétan, un joven veraneante de 16 años obsesionado con el Lejano Oeste, quien le alcanzó en el pecho de forma accidental cuando, vestido de vaquero, manejaba un arma de calibre 380 estropeada.

De acuerdo con la biografía, el pintor volvió tambaléandose hacia la posada Ravoux donde se alojaba, en la que murió 30 horas después.

Cuando alguien le preguntó si se había querido suicidar, el artista respondió vagamente: "Creo que sí".

Los autores creen que el artista lo dijo para defender a René Secrétan y a su hermano Gaston, que también estaba presente ese 27 de julio de 1890.

La versión del suicidio, según los autores de la biografía, no calza con la opinión que el pintor tenía del acto, que había tachado de "cobarde" en sus cartas, ni con el tipo de disparo oblicuo en su pecho, pues hubiera sido en línea recta si Van Gogh le hubiera dado al gatillo.

Tampoco se encontró jamás el arma utilizada ni el caballete y los pinceles que supuestamente se había llevado con él al campo para pintar.

Los autores hallaron también otra supuesta prueba, un texto del escritor Wilfred Arnold en el que narra que el historiador del arte John Rewald le había dicho que había visitado Auvers en los años 30 del siglo XX y había oído el rumor de que Van Gogh había sido disparado accidentalmente por dos jóvenes pero había asumido la culpa para protegerlos.

Naifeh y White sostienen que el pintor holandés, que murió a los 37 años antes de triunfar, estaba "más triste, solo y atormentado psicológicamente" de lo que se cree y seguramente recibió la muerte como una buena salida.

Otras revelaciones de la biografía son que Van Gogh padecía un trastorno maníaco depresivo como resultado de un tipo de epilepsia y que su familia intentó internarlo en un sanatorio.