Un cambio brusco tuvo la agenda de la Presidenta Michelle Bachelet ayer en la tarde.
Después de varias semanas de haber limitado sus salidas a terreno a actividades en las regiones Metropolitana y de Valparaíso, ayer la Mandataria viajó al Biobío. Primero visitó un jardín infantil en Penco y luego encabezó una reunión del consejo de gabinete regional en Talcahuano. Sin embargo, sorpresivamente, a media tarde, canceló su participación en la inauguración de un parque en Lebu y regresó a La Moneda para sostener reuniones con el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y el vocero de gobierno, Álvaro Elizalde.
La nueva caída en la popularidad de la Presidenta reflejada en las encuestas del Centro de Estudios Públicos (CEP) y de Adimark, habían golpeado al gobierno, pese a los sondeos internos del Ejecutivo que anticipaban un cuadro crítico.
En Palacio dicen que antes de viajar al sur, la Presidenta recibió un informe con los nuevos estudios.
La CEP reveló la cifra más baja de aprobación de Bachelet en sus dos administraciones, un 38%, superando incluso las cifras negativas que obtuvo en su anterior mandato a raíz de las movilizaciones estudiantiles de 2006 y la implementación de Transantiago en 2007. En este último episodio, la evaluación de Bachelet había caído hasta un 39%.
La Adimark también mostró un escenario adverso. La aprobación a Bachelet cayó de un 45% a un 42% y su desaprobación llegó a un 52%.
En el ranking de evaluación política elaborado por la CEP, la Mandataria cayó 13 puntos, situándose con un 50% de opiniones positivas.
La menor popularidad de la Mandataria también se reflejó en la calificación de sus atributos. Incluso, en algunos que eran puntales de su imagen, como la "cercanía" y "confianza". Un 59% cree que Bachelet está gobernando con debilidad, un 56% sostiene que lo que hace sin destreza, un 47% opina que no le da confianza, un 50% la considera lejana y un 33% estima que no tiene disposición a llegar acuerdos.
En el caso de los ministros, Adimark revela un panorama disparejo. Los miembros del comité político sufrieron caídas: Rodrigo Peñailillo (Interior) bajó cinco puntos; Ximena Rincón (Segpres) y Alberto Arenas (Hacienda), seis puntos; y Álvaro Elizalde (Segegob) sufrió una merma de tres unidades. Los mejor evaluados son Claudia Pascual (Sernam), Heraldo Muñoz (RR.EE.) y Natalia Riffo (Deportes), mientras que en la parte baja de la tabla se situaron Nicolás Eyzaguirre (Educación) y Andrés Gómez-Lobo (Transportes).
CAMBIO DE GABINETE
Las cifras reabrieron el debate oficialista sobre un ajuste de gabinete, aunque algunos dirigentes sólo pidieron reorientar la acción política.
"Estamos pagando el costo de un déficit de conducción política", dijo el presidente del PR, Ernesto Velasco. "Hemos perdido sintonía con el sentido común ciudadano", expresó el titular DC, Ignacio Walker.
"Tenemos que demostrar programas en ministerios con mayor impacto", dijo el presidente PPD, Jaime Quintana, mientras que su par del PS, Osvaldo Andrade, agregó que la ciudadanía demanda "preocupación por sus problemas cotidianos".
"Debiera significar en el corto plazo mejorar la gestión de algunos ministerios", agregó el senador PPD, Felipe Harboe. Su par DC, Andrés zaldívar expresó: Hay que tomar nota. Hay una tendencia hacia la baja".
"Tomar aire fresco y un respiro pasa, necesariamente, por un ajuste ministerial en todos los niveles. Esa es una decisión que deberá tomar la Presidenta", comentó el líder del MAS, Alejandro Navarro.
Consultado por los rumores que generó el regreso de la Mandataria a Santiago, Elizalde dijo que "los presidentes no conversan sus cambios de gabinete con sus ministros" y agregó que los cambios "no se hacen por encuestas, sino por evaluaciones más profundas". Pese a ello, no reveló las razones que tuvo la Presidenta para interrumpir su gira por el sur.
En el gobierno señalan que la Mandataria ya tiene decidido realizar un cambio de ministros, pero que está buscando el momento adecuado.