Una nueva coalición opositora anunció hoy que quiere terminar con la monarquía en Bahrein y en su lugar establecer una república.

La coalición, integrada por grupos chiitas de línea dura que habían sido acusados por el gobierno en agosto de conspirar para derrocar el régimen, dijo que sus demandas coinciden con las de los manifestantes que desde el 14 de febrero protestan en las calles de Bahrein.

Los movimientos Haaq (Justicia), Al Wafa (Lealtad) y Libertad para Bahrein, este último con sede en Londres, son los principales integrantes de la nueva coalición.

En tanto, los grupos opositores más importantes del país, como el chiita Al Wefaq, el panárabe Waad, y sus aliados provenientes de partidos de izquierda y comunistas se muestran a favor de la monarquía constitucional.

Sus demandas se circunscriben sobre todo a reformas que incluyen la renuncia del gobierno, la elección de uno nuevo que lo reemplace, reformar la constitución y nuevas elecciones parlamentarias que permitan un legislativo por completo independiente.

"Otros grupos solicitaron unirse a la coalición", indicó el portavoz de Wafaq en una conferencia de prensa en la plaza Lulu, epicentro de las actuales protestas, aunque se negó a identificar de qué grupos se trataba.

En tanto, el secretario general de la agrupación Haaq llamó a aumentar los esfuerzos para lograr el derrocamiento del gobierno actual por medios pacíficos, incluida la desobediencia civil, aunque minimizó la posibilidad de que esta nueva coalición vaya a dividir la unidad de la oposición.

El príncipe de Bahrein, Sheikh Salman bin Hamad al-Khalifa, estuvo promoviendo el diálogo nacional para atender los reclamos de los manifestantes.

Sin embargo, la mayoría opositora insiste en que ningún diálogo es posible en tanto siga en pie el viejo régimen y no se asegure la instauración de las reformas.

Las protestas exigiendo reformas comenzaron a mediados de febrero, y estuvieron inspiradas en los movimientos antigubernamentales de Túnez y Egipto, pero escalaron rápidamente en violentos enfrentamientos que dejaron un saldo de siete personas muertas y cientos de heridos.

En las últimas semanas las tensiones entre chiitas y sunitas también produjeron esporádicos enfrentamientos en todo el país del golfo pérsico.

Los chiitas musulmanes representan más de un 70 por ciento de la población, pero la familia gobernante pertenece al grupo musulmán sunita.