El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) alertó este martes que 64 millones de asiáticos se enfrentan a la extrema pobreza a causa de una nueva crisis alimentaria mundial, empujada por la inflación y los precios del petróleo.
En la presentación del informe "La inflación global de los alimentos y los países asiáticos en desarrollo", el BAD, con sede en Manila, advirtió que esta crisis será más perjudicial que la de 2007 y 2008 si no se toman medidas para atajarla.
"Para las familias pobres en los países en desarrollo de Asia, quienes ya gastan el 60 % de su sueldo en comida, un aumento de los precios reducirá sus posibilidades para pagar los gastos médicos y de educación de sus hijos", dijo Changyong Rhee, jefe de Economía del BAD.
"Si no se toman medidas, la crisis alimentaria perjudicará los últimos éxitos en la lucha contra la pobreza en Asia", agregó Rhee en un comunicado.
Según la institución, la inflación alimentaria se situó en el 10 % en los primeros meses de 2011, lo que afectó a millones de familias en Asia, con una población de 3.300 millones de personas.
El jefe económico del BAD subrayó que, con la actual tendencia, 64 millones de personas en Asia se ven abocadas a la extrema pobreza, es decir, a sobrevivir con menos de 1,25 dólares al día.
Con los graneros sin llenar y la inflación de los alimentos y los combustibles, el crecimiento económico en Asia puede reducirse un 1,5 %.
Además de la especulación y la caída de la producción que llevaron a la crisis alimentaria de 2007 y 2008, la escalada de precios de los alimentos se está viendo agravada ahora por la sequía, la debilidad del dólar y las barreras a las importaciones.
El BAD indicó que otro factor es el aumento de la demanda en los países en desarrollo más poblados.
La entidad multilateral celebró la iniciativa de los diez países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), quienes han creado un fondo para garantizar el suministro de arroz en la región.