Una nueva denuncia contra el presidente del Senado brasileño, José Sarney, le dio hoy otra vuelta de rosca a un escándalo de tráfico de influencias y sospechas de corrupción que mantiene paralizado a ese órgano parlamentario desde hace un mes.

El diario O Estado de São Paulo afirmó hoy que Sarney, caudillo del influyente Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y presidente de Brasil entre 1995 y 1990, "ocultó de la justicia electoral" una mansión valuada en unos dos millones de dólares que posee en un exclusivo barrio de Brasilia.

El periódico señala que Sarney le compró la mansión en 1997 al banquero Joseph Safra y no la incluyó en los bienes declarados a la justicia electoral en las dos elecciones en las que se postuló para el cargo de senador desde entonces (1998 y 2006), por lo que podría ser acusado de "fraude".

El gabinete de Sarney admitió la irregularidad y, según O Estado de São Paulo, la atribuyó a "un error del técnico que maneja toda la documentación del senador ante los órganos competentes".

En una nota enviada al periódico, los asesores de Sarney aclaran que el inmueble sí aparece en las declaraciones anuales del Impuesto sobre la Renta, que también son entregadas al Tribunal Superior Electoral.

Sin embargo, el diario dice que tuvo acceso a documentos que el presidente del Senado entregó a las autoridades tributarias en 2006 y que en ellos "no aparece ninguna referencia a la mansión".

Desde inicios de este año, Sarney está envuelto en escándalos que van desde tráfico de influencias hasta ayudas de vivienda que cobró por su condición de senador y en realidad no le correspondían.

En mayo pasado, y tras haber negado que recibía ese dinero del Congreso, admitió que debía reintegrar unos 7.600 dólares cobrados como ayuda de vivienda, pese a que no le correspondían pues vive en la residencia oficial de la Presidencia del Senado.

Sarney alegó entonces que todo fue producto de un "error técnico" cometido por la administración del Congreso.

Debido a los continuos escándalos, la oposición ha exigido que Sarney renuncie a la presidencia del Senado o al menos se aparte del cargo en forma temporal, hasta tanto se aclare su situación.

El pedido fue apoyado incluso por parlamentarios del propio PMDB, el partido de más peso en la coalición que respalda al Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

También se unió al clamor el Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, aunque esa agrupación no ha formalizado el pedido, debido a que el mandatario, según fuentes de su propio partido, teme por el futuro de la coalición "si se abandona a Sarney".

Lula se reunió anoche con la bancada parlamentaria del PT y el senador Eduardo Suplicy dijo tras el encuentro que las diferencias entre el partido y el presidente "persisten".

Fuentes del PT citadas por la prensa local aseguraron que Lula le advirtió a los senadores de su partido que la posible renuncia o separación de Sarney de la presidencia del Senado "puede generar una crisis impredecible", pues el PMDB es "imprescindible" para mantener la "gobernabilidad".