La nueva influenza H1N1 guarda una estremecedora semejanza con la cepa viral que causó la pandemia de gripe de 1918, con mayor capacidad de infectar los pulmones que los virus comunes de influenza estacional, dijeron investigadores ayer lunes.
Pruebas realizadas en varios animales confirmaron otros estudios que han demostrado que la nueva cepa de gripe, conocida inicialmente como porcina, puede propagarse más allá del tracto respiratorio superior y entrar profundamente en los pulmones, haciendo más probable un cuadro de pulmonía, sostuvo el equipo internacional.
Además, los investigadores descubrieron que las personas que sobrevivieron a la pandemia de 1918 parecen tener una mayor inmunidad contra el virus, confirmando nuevamente el trabajo de otros analistas.
"Cuando realizamos los experimentos en hurones y monos, el virus estacional no se replicó en los pulmones", afirmó el investigador de la Universidad de Wisconsin Yoshihiro Kawaoka, quien encabezó el estudio.
"El virus H1N1 se replica significativamente mejor en los pulmones", advirtió.
DIFERENTE AL VIRUS DE LA INFLUENZA ESTACIONAL
La nueva cepa de influenza ha causado la primera pandemia del siglo XXI, infectando a más de un millón de personas, según estimaciones, y causando la muerte de al menos 500.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la influenza H1N1 está manifestándose en forma moderada en la mayoría de los casos, pero Kawaoka afirmó que eso no significa que sea como la gripe estacional.
"Existe un malentendido respecto a este virus", dijo en una declaración. "Hay claras evidencias de que el virus es diferente a la influenza estacional", añadió.
A través de un artículo publicado en la revista Nature, Kawaoka y sus colegas notaron que la capacidad de infectar los pulmones es una característica de otros virus pandémicos, especialmente el de 1918, que se estima que acabó con la vida de entre 40 y 100 millones de personas.
VIEJA PROTECCION
Los investigadores revisaron el virus en muestras de sangre extraídas en 1999 a residentes y trabajadores de casas de reposo en California, Wisconsin, Países Bajos y Japón.
Las personas nacidas antes de 1920 tenían una fuerte respuesta de anticuerpos ante el nuevo virus H1N1, lo que significa que sus cuerpos "lo recordaron" a partir de una infección previa durante sus vidas.
Este descubrimiento respalda un estudio publicado en Nature que también reveló que personas que sobrevivieron a la pandemia de 1918 aún tienen protección inmunológica contra la enfermedad.
Los virus de gripe cambian constantemente, razón por la cual la gente puede volver a infectarse y las vacunas deben renovarse regularmente.
Las variedades estacionales actuales de H1N1 son primas lejanas tanto de las cepas de la pandemia de 1918 como de la nueva cepa de H1N1.
"Nuestros hallazgos son un recordatorio de que los virus de influenza de origen porcino aún no se han ganado un lugar en la historia, pero aún podrían, pues la pandemia causada por estos virus tiene el potencial de provocar un impacto significativo en la salud humana y en la economía global", escribieron los investigadores.
VACUNAS
Otras pruebas demostraron que la dolencia puede ser controlada con la drogas antivirales Relenza, fabricada por la farmacéutica GlaxoSmithKline, y Tamiflu, elaborada por el laboratorio Roche, añadieron los investigadores.
La OMS dijo el lunes que los fabricantes de vacunas deberían comenzar a producir inoculaciones contra H1N1 y que los trabajadores de la salud deberían ser los primeros en tener acceso a ellas.
Entre las compañías que trabajan en una vacuna para la H1N1 destacan Sanofi-Aventis, Novartis AG, Baxter International Inc., GlaxoSmithKline, Solvay y el fabricante de spray nasal MedImmune, que ahora es parte de AstraZeneca.