Un directo emplazamiento a los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría realizó ayer el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, durante la reunión del comité político en el Palacio de La Moneda. Según asistentes al encuentro, el jefe de gabinete pidió a los líderes de las colectividades bajar la tensión instalada en el sector en las últimas semanas y evitar las disputas públicas que han protagonizado, principalmente, la Democracia Cristiana y el Partido Comunista, aunque también algunos sectores del PS y el PPD, en el marco de la tramitación de la reforma educacional.

En el llamado iba incluido también una advertencia sobre los efectos que un escenario de división y pugnas podría tener en el gobierno y en la implementación del programa de la Presidenta Michelle Bachelet.

"Es esencial cuidar el lenguaje y el respeto mutuo", diría más tarde, a la salida del comité político, el propio secretario de Estado, junto con recalcar la importancia de "evitar cualquier situación que los aleje del objetivo".

Pero no era la primera vez que Peñailillo solicitaba esto al bloque oficialista. Así, asistentes al encuentro en La Moneda sostienen que el ministro también manifestó su interés en que el consejo nacional que la DC realizaría durante la tarde finalizara con normalidad y sin señales que pudieran profundizar la tensión con sus socios de coalición y, en consecuencia, terminar dañando al gobierno y la ejecución del programa.

El llamado fue acogido por el secretario nacional de la colectividad, Víctor Maldonado, quien asistió en representación del timonel Ignacio Walker,y por el resto de los presidentes de los partidos. Todos ellos abordaron la situación que enfrenta la Nueva Mayoría al abandonar la cita en la sede de Gobierno.

Así, Maldonado afirmó que "al gobierno le interesa que todos los partidos y todos los actores en política mantengan un buen diálogo sobre temas de fondo, sin descalificaciones personales, y nosotros no podemos más que compartir ese juicio".

En su nuevo rol como vocero del bloque, que asumió recién ayer, el líder del PC, Guillermo Teillier, dijo que "de ninguna manera queremos que lo que ha ocurrido hasta ahora entorpezca la labor que estamos realizando, que ha tenido como resultado que se han ido aprobando todos los proyectos de ley que se han enviado al Parlamento". En la misma línea, sostuvo que "existe absoluta coincidencia entre todos los presidentes de partido y por parte del gobierno de que haremos todos los esfuerzos por limar todas las asperezas que se han producido".

Su par del PS, Osvaldo Andrade, señaló que "estuvimos todos de acuerdo en que había que hacer un esfuerzo adicional para bajar tensiones y para tratar de salir de esta vorágine de declaraciones".

En todo caso, entre los líderes del sector persisten críticas a cómo el Ejecutivo condujo, entre otras cosas, la tramitación de la reforma educacional en la Cámara, sobre todo al entregar libertad de acción ante las indicaciones de los diputados. Este diagnóstico está instalado en el socialismo y, particularmente, en la DC.

De hecho, en el origen del conflicto estuvo presente este tema, cuando la diputada comunista Karol Cariola publicó en las redes sociales un listado con el detalle de la votación en la que se rechazó en la Cámara penar el lucro con cárcel, hecho que calificó como una "vergüenza" y que desató una fuerte molestia de la DC, bancada que sufragó mayoritariamente en contra de esa indicación, junto a parlamentarios del PPD y del PRSD.

Tras ese votación también se precipitaron duras críticas desde algunos sectores del PS en contra de la DC, como el diputado Fidel Espinoza y el senador Fulvio Rossi. Este último acusó a la falange de "defender intereses particulares" y de estar sumamente vinculada al "negocio de la educación".

El conflicto que se instaló en el sector no sólo amenazaba con complicar la tramitación de la reforma educacional en la Cámara Alta, sino que también terminó abriendo un debate al interior de la Nueva Mayoría sobre la continuidad del bloque tras el gobierno de Bachelet. Algunos sectores DC ponen en duda esa proyección, aunque la mayoría de los dirigentes buscan continuar con un acuerdo programático al menos hasta 2018.

DC y PC dan señal de distensión

Hasta la sede del Congreso en Santiago llegaron ayer el jefe y subjefe de la bancada DC, Matías Walker y Víctor Torres, junto a sus pares del PC, Lautaro Carmona y Daniel Núñez.

La cita, en la que también participó el presidente y vicepresidente de la Cámara, Aldo Cornejo (DC) y Lautaro Carmona (PC), buscaba dar una señal de unidad entre ambos partidos en medio de la tensión que han protagonizado en las últimas semanas.

Tras el encuentro, el diputado Carmona dijo que es necesaria una "relación respetuosa" al interior de la Nueva Mayoría, "considerando la identidad de cada fuerza", mientras que Walker -que ya había solicitado anteriormente abordar estas diferencias- afirmó que "vamos a seguir conversando con la bancada PC para avanzar en este tema y continuar una relación sobre la base del respeto mutuo".

Diputado PS pide disculpas públicas

"Asumo el error, pido las disculpas por ello", dijo ayer el diputado PS Fidel Espinoza, luego que el 23 de octubre publicara en su cuenta de Twitter una imagen del presidente de la DC, Ignacio Walker, junto al ex general Augusto Pinochet, en la que se ironizaba con una supuesta "defensa del modelo" por parte del líder de la falange.

La foto fue difundida tras la discusión en la Cámara del proyecto que busca poner fin al lucro, copago y selección, e incrementó la tensión en la Nueva Mayoría.

En este contexto, Espinoza afirmó ayer que su publicación fue "de mal gusto", junto con agregar que "hay que dejar de lado las caricaturas en torno a la discusión de la reforma educacional".

El jefe de la bancada DC, Matías Walker, valoró las disculpas del parlamentario. "Nos parece bien que el diputado haya pedido disculpas", comentó.