Ayer, en la habitual reunión entre los ministros del comité político y los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría, el titular de Educación, Nicolás Eyzaguirre, hizo una advertencia.
Según varios de los asistentes al encuentro en La Moneda, el secretario de Estado transmitió su inquietud por una serie de indicaciones ingresadas por parlamentarios oficialistas para modificar el proyecto que elimina el lucro, el copago y la selección a nivel escolar, y a cuya tramitación, además, el gobierno puso suma urgencia.
Eyzaguirre -dicen quienes estuvieron presentes- manifestó que se debía "tener cuidado" con propuestas que exceden lo acordado en el oficialismo y que, además, contienen disposiciones que van más allá de lo estipulado en el programa de gobierno. Así, pidió que en el sector se logre una "alineación" con lo que ya ha sido zanjado anteriormente.
Entre otras cosas, algunos diputados buscan que se tipifique el lucro como delito -lo que podría acarrear penas de cárcel en determinados casos- y limitar los aranceles que cobran los colegios privados. Esto, en el marco de la discusión de uno de los proyectos centrales de la reforma: el que pone fin al lucro, copago y selección.
La iniciativa iniciará hoy su revisión en particular en la Comisión de Educación de la Cámara, donde se verán éstas y otras indicaciones que han promovido legisladores como Camila Vallejo (PC), Fidel Espinoza (PS), Giorgio Jackson (independiente) y algunos representantes del PPD.
Pese a que han sido, justamente, parlamentarios de este sector de la Nueva Mayoría los que han impulsado algunas indicaciones más profundas, la inquietud de Eyzaguirre fue reforzada también por los máximos dirigentes de esos partidos, quienes cuestionaron los efectos que tendrían esas medidas en la tramitación del proyecto.
La Tercera consultó a los presidentes del PC, Guillermo Teillier, del PS, Osvaldo Andrade, y del PPD, Jaime Quintana. Y los tres advirtieron sobre la necesidad de ceñirse al plan original trazado en el oficialismo y evitar introducir nuevos cambios que excedan el programa de gobierno, al menos durante la discusión de este proyecto.
Mientras Quintana señaló la necesidad de "alinearse" en el sector, Teillier advirtió que la posible aplicación de penas a quienes lucren podría "dilatar" la discusión del proyecto por "aspectos constitucionales". En todo caso, dijo que podría analizarse después, en otra iniciativa legislativa.
Además, sobre la opción de limitar los aranceles que cobran los colegios privados, el diputado sostuvo que "si la idea lograra el apoyo del gobierno, yo no tendría problema, pero si va a ser una discusión entre el gobierno y los parlamentarios, es complicado". Y agregó: "Eso no está en el programa. Eso es lo que nos ha dicho el ministro: que es difícil acogerlo, porque no está en el programa".
Andrade planteó además que "podríamos no respaldarlas (las indicaciones), en cuanto no estén en el marco del acuerdo y que estén más allá del programa".
El líder socialista explicó que "hemos acordado nuestro respaldo a las iniciativas que el gobierno nos planteó, que ha sido producto de un trabajo en el que han estado incorporados los representantes de los partidos".
El tema volvió a ser abordado en la tarde, en una cita entre Eyzaguirre, el secretario ejecutivo de la reforma, Andrés Palma, y los parlamentarios oficialistas que integran las comisiones de Educación de la Cámara y el Senado.
En la Nueva Mayoría explican que la incorporación de cambios más radicales podría restar apoyo de sectores de centro y centroderecha al proyecto, lo que profundizaría el debate en el bloque y complicaría la tramitación.
Consultado, el presidente de la Comisión de Educación del Senado, Fulvio Rossi (PS), dijo que "es legítimo que se planteen puntos de vista, que también puedo compartir, pero hay que hacer un esfuerzo por darle viabilidad a la reforma, porque muchos de estos puntos no tienen respaldo en toda la Nueva Mayoría, lo que pondría en riesgo la aprobación del proyecto".
En la misma línea, el diputado y vicepresidente DC Fuad Chahín agregó que "no corresponde tensionar el actual proyecto", junto con señalar que "hay indicaciones que van más allá del programa de gobierno, y nosotros tenemos que respaldar lo que está dentro del programa".