La nueva norma para limitar la contaminación por material particulado fino y dañino (PM 2,5) en el país, impulsada por el gobierno, obligará a establecer alertas y preemergencias ambientales especiales cuando haya altos índices de esa sustancia en el aire. Hoy existen este tipo de episodios críticos de esmog, pero por las emisiones de material particulado grueso (PM 10).
En octubre próximo la Conama presentará un anteproyecto que pone un límite a la contaminación por PM 2,5. Esta meta se comenzará a implementar en 2012 con 25 microgramos por metro cúbico. Luego, en 2022 se rebajará a 20 microgramos por metro cúbico y en 2032 a 10 microgramos por metro cúbico al año de estas emisiones.
Julio Monreal, coordinador de la Unidad de Medio Ambiente del Ministerio de Salud, explicó que cuando comience a regir esta norma deberán establecerse episodios críticos especiales (alertas y preemergencias) para que la población esté prevenida sobre los efectos de esta sustancia, que genera daños en el aparato pulmonar. A la vez, en esos días se pueden adoptar medidas especiales como restricción adicional a automóviles y empresas.
Pedro Mancilla, encargado de la unidad de salud respiratoria del Minsal, sostuvo que "la principal decisión se tomó que es abordar el problema". Añadió que el cumplimiento de la meta depende de los combustibles que use el país en los próximos años.
"Uno audazmente podría poner plazos menores. Vamos a tener que resolver cuál va a ser nuestra matriz energética: si el requerimiento de energía eléctrica es tan grande que no importa qué quememos y fundamos nuestra decisión en termoeléctricas a carbón, la certeza es que va a aumentar el nivel de PM 10 y PM 2,5", añadió.
Concluyó que "si de esa quemazón se genera mayor cantidad de PM 2,5, no vamos a alcanzar el 2032 lo que nos estamos proponiendo. Este país tiene que decir cuál matriz: si va a ser limpia o no".