El propio ministro de Energía, Marcelo Tokman, lanzó la advertencia: la nueva norma de emisiones que impulsa la Conama (Comisión Nacional de Medio Ambiente) podría implicar un costo económico para los usuarios. Los especialistas del sector confirman que la regulación impactará en las tarifas que pagan los clientes y entre las empresas ya se encendió la alarma por el mayor costo que deberán asumir.
A mediados de este mes se presentó para discusión pública el anteproyecto que impone límites a la emisión de material particulado y otras sustancias contaminantes presentes en la operación de las centrales térmicas. De inmediato, la propuesta fue calificada como exigente por la cartera de Energía e inversionistas de la industria.
"De todas maneras, la nueva norma va a impactar en los costos, porque se incorporan nuevas exigencias al mercado. La magnitud del efecto aún es materia de análisis", explica Ramón Galaz, gerente general de la consultora Valgesta. Los precios más altos vendrán por dos frentes, agrega: mayores costos de inversión y operación.
La Conama estimó que las empresas deberán invertir para adecuarse a la norma, lo que calculó en US$ 1.000 millones. La norma se aplicará al parque generador nuevo y al instalado. Ejecutivos del sector calculan que el costo extra podría llegar hasta 10% de la inversión total que considera un proyecto.
En el corto plazo, los mayores costos no afectarán las tarifas a usuarios, pues desde enero de 2010 las cuentas de los hogares dependerán mayormente de las licitaciones de suministro de los últimos años. Pero aunque esos contratos duran de 12 a 15 años, existe una ventana por la cual se sentirá el impacto de la nueva regulación.
"Esas licitaciones aseguran los consumos de los primeros tres años, pero después deben hacerse nuevas licitaciones para cubrir el crecimiento que tendrá la demanda. Ahí, la tarifa para esos nuevos consumos recogerá el impacto de los mayores costos de generación que significará la nueva norma de emisión", afirma Renato Agurto, socio de Synex. Coincide Vivianne Blanlot, ex secretaria ejecutiva de la CNE (Comisión Nacional de Energía): "El efecto para los clientes residenciales se sentirá desde 2014 en los nuevos precios licitados, pero hay que ver cómo queda la norma para cuantificarlo".
ESTUDIO Y EMPRESAS
"Todo este cambio tenderá a subir el precio de la energía. Las empresas y generadoras ya están encargando estudios para estimar cuál será el sobreprecio que deberán afrontar", dice María Isabel González, ex secretaria ejecutiva de la CNE.
En el sector empresarial también están preocupados, pues suscriben directamente sus contratos con las generadoras y deberán enfrentar mayores tarifas a corto plazo. "Como los contratos son libres, los costos futuros se traspasan directamente a las tarifas de grandes clientes y todo lo que implique mayor inversión en el desarrollo y operación para las centrales será transferido de inmediato a ellos", dice Francisco Aguirre, socio de Electroconsultores.
Uno de los más afectados será la minería, que consume el 30% de la energía del país. Ejecutivos de esa industria estiman muy exigente la norma de Conama y afirman que han planteado informalmente su inquietud al gobierno.