El anteproyecto de norma de emisión para centrales termoeléctricas que impulsa la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) y que presentó para su discusión pública hace dos días, no sólo tomó por sorpresa al sector privado por considerarlo muy exigente. La propuesta, que impone límites a la emisión de material particulado y otras sustancias contaminantes presentes en la operación de las centrales térmicas, también causó  extrañeza en otra repartición pública: el Ministerio de Energía.

Energía no tuvo participación en la elaboración de la propuesta y el titular de esa cartera, Marcelo Tokman, tuvo conocimiento de los detalles de la iniciativa sólo la semana pasada.

Según fuentes del sector eléctrico Tokman habría sido partidario de postergar la tramitación, porque no era el momento adecuado para ponerla en la mesa de discusión, por dos razones: causa ruido en los inversionistas en momentos en que se sale de la crisis y, es difícil que la norma sea aprobada en este gobierno.

En la Conama aseguran que se trata de un anteproyecto de gobierno que fue consensuado con todos los organismos que participan en la gestión ambiental, entre ellos, Energía. En el organismo agregan que "los privados, las ONGs y también los servicios públicos que tengan divergencias, tendrán 60 días hábiles para hacer sus obervaciones a la iniciativa".

A juicio de personeros del sector público y de ejecutivos privados, este episodio deja en evidencia las profundas diferencias que mantienen Energía y Medio Ambiente, divergencias que se han explicitado en anteriores ocasiones. En el Ejecutivo reconocen que ambas reparticiones tienen visiones muy opuestas sobre el desarrollo energético del país y cómo debe configurarse la futura matriz de generación eléctrica. Afirman que mantienen un diálogo cordial, pero al mismo tiempo distante.

Energía considera que la nueva regulación que promueve Medio Ambiente sobre las emisiones de las termoeléctricas es demasiado exigente y advierte sobre el costo económico para los usuarios que puede implicar.

Así se desprende de una declaración que ayer emitió Tokman desde Copenhague, donde participa en el congreso internacional sobre cambio climático. "Coincidimos en que es conveniente iniciar este proceso regulatorio con las centrales térmicas que son grandes emisoras. También es importante tomar en cuenta la normativa internacional, especialmente la de los países más desarrollados y con más experiencia en este tipo de normas. Una primera revisión indicaría que se está proponiendo la aplicacion de normas relativamente estrictas, incluso en comparación con las de la Unión Europea para centrales de tamaño similar. Además, la evaluación económica y social debe considerar los impactos económicos, como por ejemplo, el efecto en las tarifas".

El ministro agregó que "como Comisión Nacional de Energía contribuiremos en la revisión de la evaluación de la norma para asegurar que todas las consideraciones relevantes estén debidamente recogidas cuando se elabore el proyecto definitivo".