Nueva York es una ciudad bohemia por excelencia. Está en funcionamiento las 24 horas del día y por lo mismo, no es extraño encontrar tiendas, cafeterías o peluquerías abiertas hasta altas horas de la noche. De igual modo lo hacen los cines, los lugares para bailar y los que ofrecen servicios como yoga. Por esta razón, también los medios de transporte están vigentes, como el metro, los taxis y ferrys.
Un artículo publicado por el sitio El Viajero de El País (España) realizó un listado con los 10 lugares que el turista noctámbulo no se debe perder. Aquí te mostramos los cinco más llamativos.
PRESENCIAR LAS SESIONES EN EL JUZGADO
El Palacio de Justicia de Nueva York, junto a Chinatown, es uno de los atractivos turísticos más visitados de la ciudad estadounidense. Esto se debe, principalmente, a que ha sido parte de las locaciones más comunes del cine norteamericano. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que las audiencias para cualquier caso tienen liberado el acceso, son gratuitas y, además, se desarrollan hasta pasada la 1 de la madrugada.
EL CUBO DE CRISTAL DE APPLE
En la esquina de la 59 con la Quinta Avenida, se encuentra la macrotienda de Apple: un gran cubo de cristal iluminado como un faro, abierto las 24 horas. Aquí no sólo se pueden ver los últimos modelos, sino que también, reparar los ordenadores portátiles y iPads en caso de emergencia.
DEPORTE NOCTURNO
En las canchas de Hudson River Park es posible jugar tenis todo el día, aunque lo recomendable es hacerlo al caer la noche, porque hay menos gente. Otra alternativa es recorrer el Central Park en bicicleta (la empresa Time's Up! organiza paseos nocturnos en bicicleta, en grupos y gratuitos, por el Central Park y Prospect Park).
PELUQUERÍAS SIN RESTRICCIÓN HORARIA
En Hair 24 te pueden arreglar el pelo, cambiar el color o hacer la manicure en cualquier momento del día. Asimismo, es posible conseguir servicios de maquillaje, pedicure, masajes, depilación, peinados y hasta extensiones, también a toda hora.
MIRAR LAS ESTRELLAS EN EL CENTRAL PARK
Un gran número de astrónomos aficionados se instalan en el Central Park, cuando las noches son despejjadas para ver las estrellas.