Al menos ocho personas murieron en nuevos enfrentamientos entre tropas ucranianas y separatistas prorrusos en el este de Ucrania, informaron hoy fuentes de los activistas, mientras continúa la incertidumbre sobre el paradero de varios observadores de la OSCE que se encuentran desaparecidos.
En Slaviansk murieron dos civiles y otros cuatro resultaron heridos durante el avance de las tropas de Kiev, informó un portavoz de los separatistas prorrusos. Por el momento no hubo confirmación oficial al respecto.
Además, resultaron heridos tres soldados en un tiroteo ocurrido cerca del puesto fronterizo de Diakovo, junto a la línea de demarcación con Rusia. Según un portavoz del Ejército, unos 80 atacantes asaltaron el puesto con lanzagranadas. Las fuerzas de seguridad respondieron al ataque y recibieron ayuda de un avión de combate tipo Suchoi Su-27. Tras ello los atacantes se retiraron.
La autoproclamada "república popular de Donetsk", formada por rebeldes prorrusos del este de Ucrania, informó también que ha tenido seis bajas mortales entre sus filas en el aeropuerto internacional de Donetsk.
La formación rebelde denunció que sus milicianos fueron tiroteados por las tropas ucranianas cuando intentaban retirar los cadáveres de sus compañeros del recinto del aeropuerto donde habían muerto en combates con la Guardia Nacional ucraniana.
"Hemos intentado sacar los cuerpos del aeropuerto, pero el Ejército disparó contra las milicias y la ambulancia tras lo cual murieron seis personas. Los muertos siguen allí", dijo el primer ministro de la autoproclamada "república", Alexandr Borodái, a la agencia rusa Interfax.
Agregó que su formación enviará una solicitud a la Cruz Roja pidiendo ayuda para sacar los cuerpos desde el territorio del aeropuerto Serguéi Prokófiev, escenario interminable de encarnizadas escaramuzas entre el Ejército y los insurgentes.
El líder separatista Borodai volvió a rechazar hoy un diálogo con el gobierno de Kiev. Sólo podrán llevarse a cabo conversaciones directas cuando el gobierno reconozca como independientes a las autoproclamadas repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, afirmó.
Mientras tanto, continúa la incertidumbre respecto de los grupos de observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) retenidos desde hace días en el este de Ucrania.
Según el líder separatista Vladimir Rogov, sobre el grupo compuesto por los observadores procedentes de Dinamarca, Estonia, Suiza y Turquía hay "sospechas de espionaje". "Estamos continuamente en contacto con la misión de la OSCE. Saben que todo está bien con sus chicos", dijo Rogov desde Donetsk.
Otro portavoz de los separatistas señaló que posiblemente los observadores serán intercambiados por prisioneros prorrusos.
Rusia aseguró hoy estar llevando a cabo negociaciones con los separatistas para la liberación de los observadores, aunque no se sabe ni cuánto se prolongarán esas negociaciones ni qué resultado tendrán.
Ahora mismo hay dos grupos de observadores de la OSCE retenidos en Ucrania. El primero, del que habló Rogov, fue capturado el lunes cuando estaban realizando una patrulla de rutina al este de Donetsk. La OSCE confirmó además el viernes la detención el jueves de otros cuatro observadores al norte de Lugansk. Un líder separatista de esta región habló de la liberación de los cuatro observadores pero la OSCE no lo confirmó.
Por otro lado, el presidente de la República de Chechenia, Ramzan Kadyrov, negó que combatientes chechenos estén luchando oficialmente del lado de los separatistas en el este de Ucrania. "No puedo descartar que luchen voluntarios chechenos, pero las informaciones sobre una unidad especial chechena son absolutamente falsas", dijo Kadyrov a la agencia de noticias rusa Interfax.
En Kiev, los manifestantes prendieron fuego a varias pilas de neumáticos en la plaza de la Independencia (Maidan). Protestan así contra la exigencia de que desalojen la plaza por parte del alcalde electo de la capital, el ex campeón de boxeo Vitali Klitschko. "Klitschko no tiene nada que decirnos, sólo están en el poder gracias a nosostros", afirmó un manifestante.