Nuevo caso de discriminación en edificio: reglamento prohíbe uso de piscina para nanas y sus hijos

Apertura de la Piscina Antilen
Apertura de la Piscina Antilen

El reglamento interno de un edificio en Ñuñoa estipula que los trabajadores del recinto, incluidos quienes trabajen para los residentes, no pueden utilizar ni la piscina ni las sillas de la terraza del área común. La medida aplica, además, para sus familiares.




"Estoy enojada. Ayer recibimos un reclamo en el edificio donde vivimos, en la comuna de Ñuñoa, porque la hija de mi nana se estaba bañando en la piscina junto a mis niños. Mi nana fue informada por el conserje del alegato de una vecina que estaba molesta porque "la hija de la nana del 85 estaba usando la piscina" lo que iría contra el reglamento del edificio". De esta forma comienza la queja en Facebook que publicó María Gabriela Rubio.

Gabriela vive hace seis años junto a su familia en un edificio en Ñuñoa. Es propietaria y nunca había tenido ningún problema en el lugar hasta el martes recién pasado, cuando su nana fue increpada por no respetar el reglamento interno del lugar.

Los hechos ocurrieron el martes, cuando su asesora del hogar le comentó al marido de Gabriela que había recibido un llamado de atención en la conserjería del edificio debido a que los hijos de ella habían utilizado la piscina común del recinto, algo que llevaban haciendo desde hace seis años por invitación y autorización de sus jefes.

Y es que el reglamento interno, paralelo al reglamento de copropiedad, tiene una cláusula en la que establece una prohibición para utilizar la piscina por parte de los trabajadores del lugar. Sin embargo, permite el ingreso de hasta dos invitados por residente: "queda prohibido el ingreso de un grupo de amigos de un hijo de un residente, entiéndase como grupo más de dos personas.

El punto 14 del documento indica: "Se prohíbe el uso de la piscina al personal de empleados del edificio, como igualmente a sus familiares".

Además, se añade que "quedan incluidos dentro de esta prohibición, los empleados de servicio de los señores residentes y sus familiares". 

En conversación con La Tercera, Rubio sostuvo que de manera sorpresiva se enteró del reglamento que además incluye una prohibición para los trabajadores de utilizar las sillas de la terraza.

"Cuando supimos esto llamamos al administrador y él nos dijo que existe un reglamento de piscina que estaba disponible en la conserjería. Lo fuimos a buscar y efectivamente estipula que los familiares de los trabajadores no pueden hacer uso de la piscina", contó.

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Por este motivo es que junto a su marido presentaron un reclamo a la administración, solicitando que además, se cite a una asamblea extraordinaria para discutir el tema. Pero de manera paralela están evaluando, junto a un abogado, interponer un recurso de protección para que se elimine el punto en conflicto.

En cuanto al reglamento, Gabriela comenta que "no tengo muy claro en qué momento apareció, cometí el error de no revisar esto antes".

"Esto también es para tomar conciencia de lo que estamos poniendo en los reglamentos de copropiedad en los edificios. Me quedó dando vuelta una frase que nos dijo el administrador: 'este es el típico reglamento de los edificios'. ¿En todos estamos poniendo medidas discriminatorias? Me pareció súper grave. Me interesa que se haga público para justamente llamar a estar pendientes".

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