A Isabel Aninat todos los caminos la llevan de regreso al galerismo. Eran los año 80 cuando la licenciada en Filosofía y estética ejercía como docente en la U. Católica y unas amigas le ofrecieron embarcarse en un innovador proyecto: abrir una galería de arte contemporáneo. No fueron las primeras: en 1955 Carmen Waugh les allanó el camino con un espacio que terminó antes del Golpe de Estado.
En pleno régimen de Pinochet, Aninat aceptó el desafío y en 1982, junto a sus socias, Magdalena Correa y Ana María Stagno, abrieron galería Plástica 3 en calle Bucarest 151, en Providencia. "Fue la época que más disfruté, porque mientras mis socias estaban preocupadas de la difusión y de que el negocio funcionara, yo me preocupaba solo de hablar con los artistas. Era la más hippie de las tres, por eso cuando se cerró la galería nadie pensó que yo iba a seguir sola, pero para mí era una responsabilidad que ya había asumido", dice Aninat.
Hoy es la galerista más longeva del circuito local, con una historia que suma tres espacios diferentes y que está a punto de añadir un cuarto. En octubre próximo, junto a su hija y socia Javiera García-Huidobro inaugurarán Aninat, su nueva galería ubicada dentro de una moderna torre de 13 pisos que está ahora en construcción, en el triángulo formado por las calles Alonso de Córdova, Av. Kennedy y Vespucio, en los mismos terrenos donde hasta el 2012 funcionó el pub El Reloj.
El proyecto mayor es ambicioso: bajo el nombre de CV Galería, los socios Gonzalo Santaolaya y Gonzalo Cubillos planean posicionar este edificio como un hito urbano que mezcle disciplinas -gastronomía, diseño de vestuario, electrónica- todas cruzadas por el arte contemporáneo. El diseño arquitectónico está a cargo de las oficinas Macchi Jeame Danús y Boza + Boza, quienes concibieron una infraestructura donde el primer piso está abierto a través de escaleras que conectan el interior con la calle. Dentro, los espacios se unen de forma integral; la idea es que el público pasee libremente y las disciplinas se entrecrucen.
"Hoy la gente no solo busca consumir, sino tener una experiencia más rica en contenidos, creemos que el arte es la herramienta ideal para darle una línea editorial al lugar", dice el gestor Gonzalo Cubillos (61), quien estuvo detrás de la remodelación del barrio Lastarria y de la llegada a Chile de la cadena Starbucks. "He desarrollado mi carrera en el retail, siempre con la idea de llevar más allá el concepto. En CV Galería no habrán cadenas, la idea es darle lugar a los productos de autor. Si vamos a vincularnos con el arte no podemos tener operarios que no sean artistas", agrega.
Punto de encuentro
Antes de poner la primera piedra del edificio, Santaolaya y Cubillos ya tenían claro que querían un obra del artista Fernando Casasempere para dar la bienvenida al público en el hall de entrada. El chileno radicado en Londres aceptó la propuesta y el resultado es Migración, una escultura hecha de 6 mil flores de porcelana que estará suspendida en el espacio. La obra se inaugurará en marzo de 2018 junto con el lanzamiento oficial del edificio, que de todas formas tendrá una marcha blanca desde octubre con la apertura de la galería Aninat y la realización de la Feria Ch.ACO.
Además, Isabel Aninat será parte de un comité curatorial de arte que analizará todos los proyectos que se realicen en CV Galería. "Lo principal es convertir este lugar en un punto de encuentro de disciplinas", dice la galerista. "En Chile se tiende a catalogar a la gente, a armar grupos, y eso va en contra de la creatividad. Lo que me interesa es volver a hacer conversar a escritores con artistas, con músicos, con chefs, en ese intercambio estará la diferencia", agrega quien inaugurará con un muestra inédita del poeta y ex miembro del Grupo C.A.D.A, Raúl Zurita.
El año pasado, Aninat cerró su galería de Espoz con la idea de encontrar un lugar más pequeño que le permitiera concentrarse en la internacionalización de sus artistas más que en el mercado local.
¿Qué sucedió con ese plan?
Con Javiera nos pusimos a buscar un sitio cerca de la antigua galería, porque no queríamos irnos del barrio y de repente apareció Gonzalo con esta propuesta, no pudimos negarnos. La ubicación nos pareció perfecta, porque además se anunció la construcción de una nueva línea de metro que hará mucho más accesible el espacio al público; eso nos interesa, que sea abierto para todos.
¿De qué forma el arte se va a introducir en el edificio?
Con los dueños estamos armando este comité curatorial multiartístico que nos permitirá recibir proyectos de todo ámbito. Queremos exponer esculturas en distintos sitios, hacer conciertos, performances, que la gente siempre pueda encontrarse con algo interesante. Por otro lado este edificio es de uso mixto, o sea en buena parte de él habrá oficinas, y mi idea es involucrar a esos empresarios con el arte. Invitarlos a ser coleccionistas. Una de las carencias de Chile es que a nuestra clase empresarial le falta esa conexión con el arte; me gustaría ayudar a cambiar eso. Por ejemplo, estamos pensando en crear un concurso para artistas, donde el ganador sea apadrinado por un empresa durante un año para que haga un trabajo y luego pueda exhibirlo en la galería.
¿Qué diferencia a este espacio con su antigua galería en Espoz?
A mí me gusta la cadena, no me gusta cortar la historia. Seguiremos trabajando como hemos venido haciéndolo desde el comienzo, con artistas consagrados y jóvenes, pero la idea es que exista más participación, reflexión y diálogo con otras disciplinas. Además, nuestra gran ambición con Javiera es lograr que nuestros artistas no tengan que autoexiliarse para poder llegar a un circuito internacional. Queremos que sigan produciendo desde Chile y al mismo tiempo queremos tener una impronta iberoamericana, o sea empezar a hacer un intercambio de artistas con otros países del continente.