La relación entre el plantel de la selección chilena y el directorio de la ANFP atraviesa por uno de sus peores momentos. ¿La razón? La federación nuevamente pospuso el pago de los premios correspondientes a la obtención de la Copa América Centenario, torneo que el conjunto que dirige el técnico Juan Antonio Pizzi conquistó a mediados de 2016, en Estados Unidos.

Esta situación tiene muy molesto al plantel de la Roja, según apuntan desde el camarín del equipo nacional, una versión que también es ratificada desde Quilín, donde admiten que el incendio es de grandes proporciones.

Si bien ha pasado más de un año desde que se logró el histórico bicampeonato continental, los jugadores no han podido ver un peso de esos dineros. Ni hablar de la Copa Confederaciones que se disputó entre junio y julio del presente año. Todo, a raíz de la paupérrima y delicada situación financiera en que quedó sumida la ANFP producto de la administración de Sergio Jadue.

Los seleccionados, conscientes de lo anterior, habían aceptado en 2016 recibir los premios durante este año. Es más, esperaban un pago para esta fecha.

"Nosotros ni siquiera tenemos firmados los premios que disputamos en Rusia. No es algo que nos preocupe, tenemos la tranquilidad de que la federación nos respeta como jugadores. No es un tema que nos preocupe, sino que nos importa solventar estos dos partidos, sacar distancia en el grupo que estamos, que está muy estrecho de cara a la carrera por ir al Mundial. Lo demás ni siquiera nos precupa", había dicho el capitán Claudio Bravo en la previa del partido ante Paraguay, en el estadio Monumental.

Sin embargo, según apuntan desde el búnker nacional, ese desembolso no se realizó y quedó pospuesto para 2018, algo que no se esperaban. Esto destruyó la feble confianza que existía en el camarín con respecto a la federación.

Este hecho agotó la paciencia del ya bastante tenso vestuario nacional. De hecho, desde la Roja señalan que el más enojado con este incumplimiento fue el volante Arturo Vidal, uno de los máximos referentes del representativo y además miembro del exclusivo grupo de jugadores que negocia los premios con los representantes del ente rector del fútbol criollo.

Por lo mismo, en estos últimos días, el Rey les hizo saber a los directivos que estaban faltando a su palabra, en duros términos. De hecho, su anunciada renuncia a la Selección tiene que ver también con este descontento.

El atraso de la ANFP no sólo ha afectado el bolsillo de los jugadores, sino que también los del cuerpo técnico, quienes tampoco han recibido los premios adeudados por haber derrotado en la final a la Argentina de Lionel Messi, en New Jersey.

En el vestuario del bicampeón de América no entienden cómo es posible que en Quilín no puedan pagarles los premios atrasados si le vendieron recientemente a Chilevisión los derechos de televisación de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022 en US$ 120 millones, cantidad superior al de este proceso clasificatorio.

En la ANFP asumen la molestia del plantel y dicen que cumplirán tarde o temprano con los acuerdos alcanzados. Este nuevo incendio reactivó la petición de los jugadores sobre recibir un porcentaje de los contratos publicitarios que firme el organismo.

De esta forma, la tensión al interior de la Roja no es sólo por los malos resultados deportivos, que tienen al equipo al borde de no ir al Mundial, sino que también por problemas externos, que oscurecen el panorama.