Diversas reacciones han originado los datos preliminares del Censo 2017, dados a conocer ayer por el gobierno, los que cifran en 17.373.831 personas la población nacional efectivamente censada, y en 6.356.073 las viviendas particulares contabilizadas.

Estos datos se extrajeron de la hoja resumen que cada censista debía llenar con los datos básicos de vivienda y habitantes, y no de los cuestionarios individuales, cuyos resultados finales serán dados a conocer el próximo año. Por ahora, la cifra de población total es casi un millón menos comparada con la proyección que hizo el INE para 2017 (18.373.917 habitantes), manteniendo la hegemonía de la RM como la que más población concentra, sobrepasando por primera vez los siete millones de habitantes (ver infografía).

Y aunque se trata de datos iniciales, Ricardo Neupert, demógrafo y ex técnico de la División de Población de Naciones Unidas (UNPD), resalta que la población preliminar entregada por el INE es demasiado reducida. "A estas alturas no se puede hacer una evaluación confiable, pero una población de 17,4 millones es demasiado baja, considerando la proyección del INE (18.373.917) y la de Naciones Unidas (18.054.726). Esto hace sospechar que hubo una importante subenumeración", destaca.

En relación a la diferencia entre la primera estimación del INE y la entregada ayer, la directora del organismo, Ximena Clark, explicó que dicha proyección se hizo en base a un cálculo que no fue el óptimo, ya que el fallido Censo 2012 obligó a usar las cifras del Censo 2002, más las estadísticas vitales que se tenían al 2014.

"Fue una actualización que llamamos 'segundo mejor', pues era mejor de lo que había antes, con datos actualizados de nacimiento y defunción, pero claramente el proceso óptimo (para proyectar) es tomar el censo que acabas de hacer, más las estadísticas vitales y los censos anteriores. Hoy tenemos una proyección de 18,3 millones para el 2017, pero que tuvimos que hacer con esa información y otras estimaciones como la de Celade", explica Clark.

Agrega que las proyecciones son procesos complejos, que por su naturaleza son válidos de revisar cada cierto tiempo, y se ajustan con los censos, tanto en su proyección de población futura, como en las posteriores al censo anterior.

Slaven Razmilic, economista e investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), desestima que exista una "sorpresa" en los resultados preliminares, ya que serían consistentes con proyecciones anteriores y tasas de crecimiento observadas. "Hay gente que está sorprendida, pero las cifras están dentro de lo esperado, al ser población efectivamente censada, el número va a crecer y se va a acercar a los 18 millones y un poco más tal vez, y eso es parte del proceso, porque hay información adicional que analizar", dice Razmilic.

Agrega que el INE tiene proyecciones hasta al 2020 y estas se van ajustando y retroalimentando con estadísticas vitales (nacimientos, defunciones y migraciones). "Eso da un ancla muy potente de la información real, porque en estricto rigor los censos se hacen para confirmar que estos datos administrativos son suficientemente completos", precisó Razmilic.

Población estimada

Ximena Clark aclaró que los datos entregados, por su condición de preliminares, no son comparables, pues la población efectivamente censada (contactada) tiene que pasar por un proceso de "conciliación", en que se determina el porcentaje de omisión (personas no contactadas) para obtener la cifra definitiva de cuántos chilenos somos. Esta cifra es la llamada "población estimada", que es la suma de la población efectivamente censada con la población no contactada, y la que permitirá hacer la proyección de población por año durante las próximas décadas.

"Las cifras de personas efectivamente censadas va a cambiar. Y la cifra siempre aumenta, porque se toma en cuenta a las personas que no fueron censadas. Pero no serán variaciones drásticas, no será una variación considerable", explica Clark.

Marcela Ferrer, académica del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile, sostiene que es prematuro hacer evaluaciones. "Lo que sí podemos destacar es la altísima cobertura de vivienda que casi llegó al 99% en este censo. Y considerar que Chile se ha caracterizado por tener buenas proyecciones en base a censos y estadísticas vitales, y en ambos instrumentos, a excepción del 2012, íbamos bastante bien. Solo vamos a tener una evaluación precisa cuando tengamos los resultados definitivos", precisa Ferrer.

En relación a la cifra final, que se obtendrá a futuro, Eduardo Castro, ex jefe del proyecto inicial del Censo 2012, dice que "puede variar hasta 1%, pero tampoco es significativo. Hay varias consideraciones que hacer, como viviendas no ocupadas, segundas viviendas. Pero no es un cambio significativo, no creo que lleguemos a los 18 millones, no creo que lleguemos a esa cifra", afirma.

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