El gobierno argentino anunció este lunes que el Estado realizará un último pago de deudas en 2013 por un monto total de US$901 millones, con lo que el volumen de reservas del Banco Central de Argentina descenderá hasta los US$30.300 millones.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, adelantó en una rueda de prensa que la suma corresponde a tres pagos: US$527 millones por el vencimiento de bonos con descuento (discount bond), unos US$300 millones para la cancelación de un bono por deudas de importación de gas de Bolivia y US$74 millones para pagos a otros organismos.
"Ha sido una decisión estratégica, hoy la presidenta de la Nación efectúa a través del Fondo de Desendeudamiento esta cancelación de una deuda contraída anteriormente", afirmó el Jefe de Gabinete.
La acelerada liquidación de las reservas monetarias es uno de los principales problemas que enfrenta la economía argentina desde finales de 2011, el mismo año en el que se había alcanzado una cifra récord de US$52.654 millones.
Desde entonces, las reservas internacionales del Banco Central han venido cayendo debido al pago de la abultada factura en exportación energética, a las consecuencias del llamado "cepo al dólar" impuesto por el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández y a los numerosos compromisos internacionales de deuda asumidos por el país.
La instauración del "cepo cambiario" en octubre de 2011 se tradujo, además, en un pujante mercado negro en el que la cotización de la divisa tiene un valor muy superior al cambio oficial.
En Argentina hay escasez de dólares y exceso de pesos motivado también por la política monetaria expansiva, el gasto fiscal sostenido y la estrategia de desendeudamiento sin financiación externa.
Aunque se logrará cerrar este año sin perforar el límite de los US$30.000 millones, este último pago de deuda vuelve a golpear las reservas, que han caído US$15.000 millones en 2013, según los datos del Banco Central argentino.