El nuevo plan estratégico de Correos Chile

El año pasado no estuvo exento de dificultades internas para Correos Chile. La firma estatal abrió 2016 con la presión de entregar desde enero una serie de beneficios colectivos que fueron acordados en un contrato colectivo firmado en 2013. Todo esto, además, con un alto nivel de endeudamiento de arrastre de la compañía como telón de fondo, el que a diciembre último sumaba 678.647 UF, es decir, unos $ 17.857 millones.

Pese a lo anterior, hoy el balance es positivo para Correos, dice la presidenta del directorio, Lysette Henríquez, al anunciar un nuevo plan estratégico para la empresa y la emisión de un bono para financiar parte del plan y disminuir los intereses de la deuda actual.

"En 2016 subimos 7% las ventas, pese a ser un año malo", subraya.

Agrega que gestionar a Correos no ha sido fácil, principalmente por el alto nivel de deuda que exhibe: esta pasó desde 111.576 UF en 2009 a 1.200.000 UF en 2013. Henríquez lo atribuye a políticas implementadas por su antecesor: "En el gobierno anterior se desvinculó a mucha gente con condiciones atípicas. Hubo negociaciones colectivas especiales y creo que fundamentalmente eso influyó, además de una necesidad de capital y trabajo. No me he dedicado a investigar más", aclara.

A su juicio, los despidos fueron desprolijos: "Se desvinculó a unas 1.000 personas y se hizo mal, con programas de salida muy atractivos, en los que no dices quién sale, sino que ofreces excelentes condiciones. Se fue gente que se necesitaba y después hubo que contratar personas del mismo perfil. Incluso, hubo gente en Operaciones que se fue y luego hubo que recontratarla".

Reducir la deuda ha sido difícil y lo están haciendo de manera gradual, admite Henríquez, porque eso es clave para el Plan Estratégico 2017-2020 diseñado por su administración y que implica una inversión de $ 50 mil millones, cuya mayor parte se usará en incorporar nueva tecnología.

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Lysette Henríquez, presidente de Correos Chile en sucursal de Plaza de Armas en Santiago. Foto: Reinaldo Ubilla / La Tercera[/caption]

La estatal, según su presidenta, nunca ha pedido recursos al Fisco y "esta no será la excepción". Por eso, adelanta que una parte de la inversión se financiará con recursos propios, otra con refinanciamiento de deuda bancaria de corto plazo y, finalmente, deuda a largo plazo vía emisión de bonos.

"No puedo hablar mucho de eso hasta que lancemos la noticia al mercado. Pero haremos una emisión de bonos, porque tenemos buena calificación de las distintas agencias y así cambiaremos deuda de corto plazo por deuda de largo plazo, con un interés mucho más bajo", explica.

Pero Correos también debió lidiar en 2016 con una compleja negociación colectiva. En primer lugar, detalla la presidenta, porque en enero entraron en vigencia una serie de beneficios pactados en un contrato colectivo firmado en 2013 y que implican la aplicación del artículo 50, que supone el pago de gratificación a todo evento -tenga pérdidas o ganancias la empresa- y un aumento de 25% de las remuneraciones, con un tope de 4,5 veces el ingreso mínimo. "Se nos elevaron las remuneraciones en $ 10.000 millones respecto del año anterior, mientras que las ventas habían subido en $ 7.000 millones en un año bastante complejo", fustiga.

Pese a eso, se declara conforme con el resultado de la negociación colectiva que hicieron con los cinco sindicatos de Correos. "Terminó sin mayores ruidos: un 28% de lo suscrito es nuevo y el restante 72% corresponde al artículo 50, sobre lo cual no se pudo modificar el acuerdo anterior. Eso queda para siempre, es muy difícil que se pueda cambiar. Fue una herencia bastante dura", relata.

El nuevo contrato rige hasta 2019, plazo que genera "un horizonte relativamente tranquilo para enfrentar los cambios que debemos hacer, concretar el plan estratégico y hacer que los trabajadores estén comprometidos en que logremos los resultados que permitan cumplir con el artículo 50".

La estatal, en todo caso, también tiene desafíos propios, como llevar adelante un cambio en el foco de su negocio, pasando desde un servicio basado principalmente en el envío tradicional de cartas hacia un modelo centrado en el uso intensivo de tecnología.

El atentado que en enero pasado afectó al presidente de Codelco, Oscar Landerretche, acentuó el interés por la seguridad de las intermediarias de correspondencia.

Henríquez recalca que el directorio de Correos tomó medidas de seguridad adicionales a las que ya tenían, por ejemplo, que en adelante toda persona que presente un paquete a la empresa deberá exhibir por obligación cédula de identidad, lo que antes regía sólo para paquetes "prioritarios". Además, la personera recuerda que la estatal tiene facultad de intervenir cualquier paquete que considere "sospechoso".