La tensión en Gambia no lograba apagarse anoche, a pesar de los optimistas mensajes del Presidente electo del país africano, Adama Barrown, quien a través de Twitter anunció que su antecesor, Yahya Jammeh, finalmente se rindió y accedió a entregar el poder tras semanas de enfrentamientos y 22 años al mando de esta pequeña nación.
"Me gustaría informarles que Yahya Jammeh ha aceptado renunciar. Está programado que salga hoy de Gambia", publicó el victorioso Presidente Barrow, en su red social.
La tensa situación política de Gambia alcanzaba su recta final con la visita de la delegación de la Comunidad de Estados de Africa Occidental (Cedeao), que viajó a Banjul, capital de Gambia, para convencer a Jammeh de abandonar el cargo de manera pacífica.
La comisión integrada por los Presidentes de Mauritania, Mohamed Uld Abdelaziz y de Guinea, Alpha Condé, acompañados por el representante del secretario general de la ONU para Africa occidental, Mohamed Ibn Chambas, estuvieron más de cinco horas reunidos en una mesa de diálogo con Jammeh.
Durante la reunión discutieron las condiciones del retiro pacífico de Jammeh. En las negociaciones le habrían ofrecido un acuerdo de amnistía para que no enfrente ningún cargo por violaciones a los derechos humanos. Jammeh habría pedido quedarse en Gambia, algo que fue rechazado durante el acuerdo.
Más tarde, las delegaciones de los líderes de Africa Occidental abandonaron el Palacio Presidencial de Gambia, sin la certeza de que Jammeh iba en el convoy diplomático. Esta era la última oportunidad de la Cedeao para negociar una salida diplomática con Jammeh, antes de optar por una salida armada.
Después que el Presidente Barrow realizara el juramento presidencial en la embajada de Gambia, en Dakar (capital de Senegal), las tropas senegalesas ingresaron al país para expulsar por la fuerza a Jammeh, quien se rehusaba a abandonar Banjul. Al menos 1.500 soldados estaban a la espera de avanzar sobre la capital de Gambia si las mediaciones diplomáticas no tenían resultado.
Jammeh estaba totalmente acorralado, ya que la mayoría de los miembros de su gobierno habrían abandonado el país, por temor a un conflicto armado. Además, tres de sus principales comandantes del Ejército estaban desaparecidos desde el jueves y el jefe de las Fuerzas Armadas, general Ousmane Badjie, manifestó su lealtad al Presidente Barrow, luego de las celebraciones tras su investidura. El gobierno de Jammeh tenía que llegar a su fin el miércoles, pero hasta hoy gestionó que el Parlamento votara a favor de extender su mandato en tres meses.
Al menos 45.000 personas han salido de Gambia desde que Jammeh rechazara entregar su cargo a Barrow, a pesar de haber perdido las elecciones de diciembre.
Yahya Jammeh, de 51 años, había advertido que gobernaría Gambia "por mil millones de años". El gobernante ha estado en el poder desde que lideró el golpe de Estado en su país en 1994. Desde entonces ha gobernado con mano de hierro.