Luis Almagro participó como canciller de Uruguay en el impulso de nuevas alianzas en América Latina y ahora, a punto de asumir como nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), defiende que no debe haber competencia, sino colaboración entre todos los organismos.
"La OEA tiene que trabajar con todas y cada una de esas iniciativas. Esto no es una competencia entre diferentes organismos. Todas estas iniciativas son herramientas, no son un fin en sí mismo. Esto también vale para la OEA. Somos un instrumento, el único que agrupa a todos los países, ese es su valor diferencial", consideró Almagro en una entrevista con EFE.
Almagro relevará hoy al chileno José Miguel Insulza, que en sus 10 años al frente de la OEA observó la formación de nuevas alianzas regionales en ascenso como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El político uruguayo asume la Secretaría General de la OEA en un momento de fuerte división entre sus miembros sobre el papel que debe desempeñar la organización, debilitada y en crisis financiera, en el marco de las nuevas alianzas regionales.
Almagro que ya ha dicho que no optará a la reelección, tiene cinco años por delante para renovar una OEA donde hay "hambre de cambio", según se comenta en los pasillos de la sede del organismo en Washington. Su legado podría pasar a la historia si consigue, como se ha propuesto, convencer a Cuba de que se reintegre en la organización como miembro activo, tras el levantamiento de su suspensión en 2009.