Histórico

Nuevos estudios revelan la influencia de las hormonas en la memoria

Las investigaciones apuntan a una nueva manera de ver cómo funciona el almacenamiento de recuerdos y han determinado que las hormonas juegan un papel protagónico en este proceso.

La memoria no es un proceso que esté absolutamente aislado. Cada vez aparecen nuevos hallazgos e investigaciones que van potenciando el conocimiento que se tiene de este proceso y que hasta el momento han logrado dar con al menos ciertas verdades, como que ocurre en distintas zonas del cerebro, dependiendo del tipo de memoria de que se trate.

En este escenario, nuevos estudios han relacionado la función de al menos tres hormonas en la memoria: cortisol, insulina y hormonas tiroideas (ver recuadros). Los posteriores análisis de estos mecanismos podrían dar luces de nuevas terapias para enfermedades que involucren la pérdida de memoria, aunque se trata de un campo que recién está naciendo.

Como explica el endocrinólogo Patricio Trincado, de la Clínica Las Condes, las células del sistema nervioso y endocrino pertenecen a la misma rama de células embrionarias que se dividen en tres ramas: las del endodermo, ectodermo y mesodermo. Las primeras dan origen a las células que irán a formar el sistema endocrino y el nervioso, por eso siempre tendrán una influencia recíproca muy estrecha. En este sentido, los mensajeros químicos que se derivan del sistema nervioso son los neurotransmisores, mientras los  del sistema endocrino son las hormonas. Ambos mensajeros tienen participación en el proceso en que las neuronas se conectan entre sí, llevando información de un lado a otro.

NUEVAS TERAPIAS
"Faltan eslabones para llegar a terapias concretas", dice el endocrinólogo Claudio Liberman, jefe de la sección de endocrinología del Hospital Clínico de la U. de Chile. Y aunque los estudios avanzan para saber cuánto y a qué nivel influyen las hormonas en el proceso de aprendizaje y memoria, todavía no hay resultados definitivos.

Lo cierto, sin embargo, es que la inhalación de insulina (ver recuadro) ya ha sido probada en pacientes con Alzheimer, dando  buenos resultados de recuperación de memoria, según un estudio presentado por la U. de Washington en la reunión anual de la Sociedad para la Neurociencia.

Respecto a la hormona tiroidea, se sabe que el hipotiroidismo se puede tratar administrando dosis de la hormona tiroxina, mientras que en el hipertiroidismo se puede ingerir bloqueadores beta o medicamentos antitiroideos. En la medida en que se matenga un nivel normal de hormonas tiroideas, la memoria debería comenzar a funcionar correctamente.

En el caso del cortisol, la hormona del estrés, la idea es mantener un nivel de ansiedad moderado, que permita recordar pero no bloquear las funciones neuronales.

CORTISOL
Patricio Trincado, endocrinólogo de la Clínica Las Condes, explica que luego de atravesar la membrana de la célula y conseguir que una proteína la lleve al núcleo, el cortisol logra actuar sobre el ADN. Cuando se trata de células cerebrales implicadas en el proceso de la memoria, el cortisol permite que se recuerde mejor. Pero cuando hay mucho o muy poco, no se puede recordar correctamente. Una investigación hecha en 2005 en la U. de Montreal evaluó el efecto del cortisol en jóvenes, obteniendo que su exceso producto del estrés disminuía la capacidad para relatar vivencias. En la U. de Chicago, hicieron investigaciones en ratas, demostrando que éstas aprendían más rápidamente si tenían una modesta cantidad de cortisol. Las ratas con altos y bajos niveles tomaron en promedio 14 intentos más para hallar la salida en un laberinto.

TIROIDEAS
Claudio Liberman, jefe de la sección de endocrinología del Hospital Clínico de la U. de Chile, comenta que las hormonas tiroideas aumentan el número de neuronas nuevas en el hipocampo, lo que ayuda a que el flujo cerebral sea más expedito.

Estudios en gemelos donde uno de los hermanos estaba afectado de hipotiroidismo congénito demostraron que a la edad de ocho años -aún teniendo un genotipo y fenotipo iguales y habiéndose desarrollado en el mismo ambiente-, los menores tenían un desarrollo neurosicológico desigual, estando más afectado quien había tenido hipotiroidismo.

Otro estudio de 1864 confirmó que las mujeres con los menores y con los mayores niveles de tirotropina (hormona reguladora de la tiroides) tenían más del doble de riesgo de padecer Alzheimer.

INSULINA
Recientes investigaciones la han asociado a la mejoría de la memoria en diabéticos cuando ellos acceden a más dosis de la hormona. Un estudio de este año, realizado por el departamento de neuroendocrinología de la Universidad de Lübeck, en Alemania, aplicó un aerosol nasal de insulina a pacientes diabéticos con el objetivo de ver cómo influía ésta en la ingesta de alimentos. Para sorpresa de los investigadores, el aerosol tuvo un efecto positivo sobre la memoria en mujeres, aunque no produjo en ellas disminución del apetito. En los hombres, sin embargo, la insulina intranasal produjo disminución del apetito, pero no mejoró la memoria.

Según Patricio Trincado, endocrinólogo de la Clínica Las Condes, esto se debería a una diferencia de género, producto de la acción de estrógenos sobre el cerebro femenino.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

No sigas informándote a medias 🔍

Accede al análisis y contexto que marca la diferenciaNUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mes SUSCRÍBETE