La población mundial de centenarios podría acercarse a los seis millones para mediados del siglo. Eso significa que la edad media de la gente avanzará hacia los 50 años en muchas naciones desarrolladas, al tiempo que se cuestiona el concepto de lo que significa ser viejo o tener mediana edad.
El número de centenarios ha pasado de unos pocos miles en 1950 a más de 340.000 en el mundo actualmente, con las mayores concentraciones en Estados Unidos y Japón, según las cifras del censo más recientes. Se calcula que sus filas crecerán a más de 20 veces las tasas de la población general hacia el 2050, convirtiéndose en el segmento de mayor crecimiento.
Los demógrafos atribuyen la larga vida a décadas de progresos médicos y a mejores dietas, que han reducido las enfermedades cardíacas y la apoplejía. La genética y el estilo de vida también desempeñan un papel. Y además los médicos se inclinan más a tratar agresivamente los problemas de salud de gente a la que antes se consideraba demasiado vieja como para recibir esos tratamientos.
Japón, notorio por su dieta baja en grasas, rica en pescado y arroz, en el 2050 tendrá el mayor número de centenarios: 627.000, o casi el 1% de su población total, según proyecciones del censo.
Los japoneses tienen sumo respeto por los ancianos y han creado una floreciente industria robótica -desde perros y enfermeras, hasta máquinas de alimentación- para la creciente población de adultos mayores.
Italia, Grecia, Mónaco y Singapur, gracias a su clima, también tendrán una cuota considerable de centenarios, especialmente mujeres.
En Estados Unidos se anticipa que los centenarios aumentarán de 75.000 a más de 600.000 hacia mediados del siglo; principalmente miembros de la generación de posguerra. El aumento de población podría agravar los costos crecientes de los programas del gobierno de jubilación y de seguro médico Medicare.