Este año, pese a no haber terminado, ya es el que más muertes ha dejado en lo que va de siglo entre aquellas personas que intentaron alcanzar un país desarrollado apostando por un mejor futuro que el que tenían en sus países de origen. Se trata de más de 4.000 migrantes muertos en todo el mundo desde enero, según el informe "Viajes letales", de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), que sostiene que más de 40.000 personas han fallecido desde 2000, con un promedio aproximado de 2.600 muertes por año.
En todo caso, de esa cifra, el 75% falleció cuando cruzaba el mar Mediterráneo, en un intento por alcanzar las costas europeas, y 230 murieron en el empeño por cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
"La cifra de 3.000 inmigrantes que han perdido la vida intentando cruzar el Mediterráneo es la mayor jamás registrada desde que se tienen estadísticas. Recordemos, además, que sólo estamos en septiembre", afirmó el director de la división de investigación de la OIM, Frank Laczko, citado por la agencia Efe. Ese número incluye las alrededor de 500 personas que huían de Africa y Medio Oriente, que se teme se ahogaron en un naufragio en las costas de Malta a mediados de septiembre, luego de que contrabandistas deliberadamente embistieran su bote.
En América, la patrulla fronteriza estadounidense ha registrado la muerte de 230 inmigrantes en la frontera mexicano-estadounidense, cuando el año pasado fueron en total 445. "Se ha notado un descenso en el número de muertes en la frontera entre Estados Unidos y México, sin que la causa directa de este declive se sepa con certeza, dado que intervienen muchos factores, como las políticas migratorias, la situación en los países de origen, las condiciones meteorológicas, etc.", dijo Laczko.
Respecto del origen de los inmigrantes que perecieron este año en el mundo, el 30% provenía de Africa Subsahariana, el 23% de Medio Oriente y el norte de Africa, y el 12% eran originarios de países del Cuerno de Africa. Siria y Eritrea fueron los principales países de origen.
Según los datos recopilados por la OIM, el número aproximado de migrantes que han muerto desde el año 2000 intentando cruzar una frontera irregularmente supera los 40.000. De esos, unos 22.000 perdieron la vida intentando alcanzar Europa, y más de 6.000 han fallecido desde 1998 al querer cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. En todo caso, las cifras se consideran una estimación a la baja, ya que los expertos estiman que por cada cuerpo de un inmigrante muerto recuperado, hay dos que nunca se encontraron. Eso, porque no hay ninguna institución que se dedique a llevar a cabo estos registros de forma global.
"En la mayoría de los casos, no somos incluso capaces de determinar el género de la persona que murió. Tenemos información muy básica sobre los números de muertos y las personas desaparecidas", dijo Laczko, citado también por Reuters, al asegurar que muchos cuerpos estaban en estado de descomposición. Según el informe de la OIM, el 70% de las muertes registradas en lo que va de este año se refiere a personas cuyos cadáveres nunca fueron recuperados en el mar.
Ante esta realidad, la OIM solicitó a los Estados miembros que registren todas las muertes de inmigrantes que ocurran en sus fronteras y que, a falta de identificación, tomen pruebas de ADN para, eventualmente, poder reconocerlos con la colaboración de sus familiares.
Sobre las rutas de entrada a Europa utilizadas, en 2013 se detectaron 283 cruces desde Africa Occidental a las islas Canarias (España), 6.838 ingresos a España desde Marruecos y Argelia, 40.304 entradas a Italia desde Túnez y Libia, y 24.799 a Rumania y Bulgaria desde Turquía.