Hace poco más de seis meses, Andy Murray tenía el mundo a sus pies. Después de años de esfuerzo, por fin se convertía en el número uno del ranking ATP. Atrás quedaban esas épocas donde marchaba a la sombra de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, quienes por uno u otro motivo se las arreglaron para ocupar el máximo sitial durante más de una década.

Luego de cerrar la temporada 2016 con el título del Masters de Londres, el británico culminaba un año en el que ganó 79 partidos y apenas perdió nueve. Números brutales para dar el gran golpe y destronar a Djokovic.

Después de ganar en Inglaterra su primer título ya como número uno, Murray se enfocó en estirar el éxito. Comenzó la temporada 2017 en un buen nivel, llegando a la final de Doha. Sin embargo, fue sólo un espejismo, ya que aparte del título de Dubai, en marzo, no ha sido capaz de sostener su nivel. En ninguno de los torneos grandes que disputó (Australia y los Masters 1000 de Indian Wells, Montecarlo, Madrid y Roma) ha podido llegar a cuartos de final.

Y si bien acumula 29 semanas en lo alto del ranking, convirtiéndose en el 15º mejor número uno , según la cantidad de tiempo en esa posición, es uno de los peores desde el punto de vista de sus actuaciones después de llegar a lo más alto. De hecho, esta temporada ya ha perdido siete encuentros y sólo ha ganado 16.

Incluso, otros número uno de corta duración como Patrick Rafter y Marcelo Ríos tuvieron mejores actuaciones después de haber llegado a la cima. El australiano, por ejemplo, llegó a la final del Masters 1000 de Cincinnati antes de que una lesión lo sacara de circulación el resto de la temporada 1999. Mientras que el Chino fue número uno por seis semanas, pero conquistó el Masters 1000 de Roma, y los ATP de Sankt Polten y Singapur.

Para el tenista nacional Gonzalo Lama, lo que vive Murray tiene que ver con un factor motivacional. "Creo que le está pasando lo mismo que a Djokovic después de que ganó Roland Garros, siento que perdieron un poco de motivación después de haber logrado sus grandes objetivos. El de Murray parece ser que era alcanzar el número uno y después de eso puede que haya perdido un poco de estímulo. Pero también creo que es cosa de que encuentren ese extra de motivación para que recuperen su nivel", plantea.

El ex tenista y entrenador Horacio de la Peña sostiene que el bajón del escocés se debe al desgaste de la temporada anterior: "Yo creo que es muy talentoso, pero no tanto como Djokovic, Nadal o Federer. Por ese motivo tuvo que exprimirse al máximo y usar su cabeza, sus habilidades y su físico a más del cien por ciento. Su gran potencial está en el promedio de sus armas. Además, ve muy bien las jugadas".

El Pulga cree que "él aprovechó muy bien el bajón de Djokovic, que Rafa no estuviera entero y la lesión de Federer". "Sin embargo", añadió, " cuando ellos empezaron a remontar hicieron que la cosa se pusiera dura y eso pudo haber generado un estrés que mató a Murray". Y continúa: "Le va a costar mucho este año, porque tiene que defender bastantes puntos. Pienso que con suerte va a terminar cuarto si es que no se le mete nadie más entremedio".

En tanto, Martín Rodríguez, coach de Lama y de Nicolás Jarry plantea otras causas: "No leí nada de qué le podría estar pasando. Para mí debe estar pasando por algo a nivel personal. No creo que tenga que ver con que llegó a ser número uno".

Manuel Astorga, ex PF de Marcelo Ríos, afirma: "Nadie llega a ese lugar sin serlo. No sé si sus metas están cumplidas o no. Por otra parte, sería irresponsable hacer algunas elucubraciones desde afuera sin conocer lo que pasa, porque puede ser algo multifactorial que no está claro".

"Habría que saber qué pasa por la cabeza de Andy Murray. Puede haber un factor exógeno que influye en su rendimiento. O sencillamente porque ha hecho todo bien, pero sus colegas lo hicieron mejor", prosigue.

Astorga evita referirse a Marcelo Ríos, pero da una pista de su parecer: "Prefiero no tocar el tema, pero sí creo que si las metas deportivas son muy altas, donde eso es lo primero y por añadidura llega lo demás: fama, dinero, etcétera, obviamente es un factor a considerar no menor. A diferencia de Nicolás Massú, quien tuvo metas altas permanentemente y luchó para vencer sus propias limitaciones y lograr ser el deportista chileno más exitoso de la historia".

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