El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció hoy que tomará medidas ejecutivas relacionadas con el sistema de inmigración porque el país "no puede esperar por siempre" a que los republicanos del Congreso se decidan a votar la reforma migratoria.
"En esta situación, el hecho de que los republicanos de la Cámara de Representantes se nieguen a aprobar una maldita ley es malo para nuestra seguridad, malo para nuestra economía y malo para nuestro futuro", dijo Obama en una declaración ante los medios desde la Rosaleda de la Casa Blanca.
"Aunque seguiré empujando a los republicanos de la Cámara baja para dejar de lado las excusas y actuar, EE.UU. no puede esperar para siempre a que actúen. Así que hoy comienzo un nuevo esfuerzo para arreglar todo lo que pueda nuestro sistema migratorio, sin el Congreso", indicó Obama, acompañado por el vicepresidente Joseph Biden.
La semana pasada, el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano John Boehner, informó a Obama de que su partido seguirá evitando un voto en ese hemiciclo este año, según informó la Casa Blanca y confirmó la propia oficina del legislador.
Un año después de la aprobación del proyecto de reforma migratoria en el Senado, Obama lamentó que la Cámara de Representantes no haya actuado para votar su propia versión del texto legislativo.
"Ahora mismo hay suficientes republicanos y demócratas en la Cámara baja para aprobar hoy mismo una reforma migratoria. Yo la firmaría hoy mismo, y Washington resolvería un problema de manera bipartidista", señaló el mandatario en tono frustrado.
Aseguró que ha evitado "presionar" a Boehner durante mucho tiempo "para darle el espacio que necesitaba para que otros republicanos se apuntaran a la causa".
"Pero los republicanos han demostrado una y otra vez que no están dispuestos a enfrentarse al Tea Party para hacer lo que es mejor para el país", denunció.
Obama precisó que su primer paso será encargar al secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, y al fiscal general, Eric Holder, desplazar los "recursos de seguridad disponibles y apropiados desde el interior (del país) a la frontera".
"Proteger la seguridad pública y deportar a criminales peligrosos seguirá siendo la principal prioridad, pero vamos a redireccionar nuestros esfuerzos donde podamos para asegurarnos de que hacemos lo necesario para mantener nuestra frontera segura", explicó Obama.
En segundo lugar, Obama ha ordenado a Johnson y Holder "identificar acciones adicionales" que la Administración puede tomar por su cuenta "para hacer lo que el Congreso se niega a hacer y arreglar el sistema migratorio".
El mandatario espera recomendaciones sobre esas acciones antes del final del verano (boreal), y aseguró que actuará para implementarlas "de inmediato".
"Si el Congreso no hace su trabajo, al menos nosotros podemos hacer el nuestro", indicó, y subrayó que seguirá insistiendo pese a todo en la reforma para que haya una solución a largo plazo.
Obama denunció además que algunos republicanos están usando la "crisis humanitaria" creada por los niños centroamericanos que llegan de forma masiva a la frontera sur "como su nueva excusa para no hacer nada" respecto a la reforma migratoria, algo que "no tiene sentido".