El presidente de EEUU, Barack Obama, acusó hoy a algunos senadores de ceder a las presiones del "lobby" pro armas al rechazar la enmienda bipartidista que pretendía ampliar la verificación de antecedentes para todos los compradores de armas.
"Hoy es un día de ignominia para Washington", dijo el presidente desde la rosaleda de la Casa Blanca después de que fracasara esa votación clave en la Cámara Alta.
"En lugar de apoyar este compromiso, el lobby de las armas y sus aliados deliberadamente mintieron sobre el proyecto de ley" y han presionado a algunos senadores, que han temido por su reelección, criticó Obama, rodeado de algunos de los padres de las víctimas de la masacre de la escuela elemental de Newtown (Connecticut).
"Afirman que crearía una especie de registro "Gran Hermano" de las armas, a pesar de que el proyecto de ley hace justamente lo contrario. (...) Y, por desgracia, este patrón de propagación de falsedades acerca de esta legislación sirve a un propósito, porque esas mentiras molestan a una minoría de propietarios de armas, que a su vez intimidan a muchos senadores", añadió.
Obama, durante un discurso enérgico, argumentó que los legisladores rechazaron la propuesta bipartidista por la preocupación de que una minoría de los propietarios de armas "fuese tras ellos en futuras elecciones" y añadió que por ello han buscado "excusas, cualquier excusa, para votar 'no'".
El texto bipartidista, liderado por los senadores Pat Toomey, republicano por Pensilvania, y Joe Manchin, demócrata por Virginia Occidental, era la mayor esperanza de consenso en el Congreso para seguir adelante con la legislación sobre el control de armas.
Aunque la enmienda obtuvo 54 votos a favor y 46 en contra, todos los textos necesitaban un mínimo de 60 votos a favor para continuar la tramitación dentro de la Cámara alta.
"He escuchado a algunos decir que el bloqueo de este paso sería una victoria. Y mi pregunta es: ¿una victoria para quién? ¿Una victoria para qué?", se preguntó el presidente.
"Todo lo que pasó hoy fue la preservación del vacío legal que permite a los delincuentes peligrosos comprar armas sin una verificación de antecedentes. Eso no hace que nuestros niños estén más seguros", insistió.
El presidente estadounidense prometió, sin embargo, que "tarde o temprano" se logrará una legislación más estricta para el control de la venta de armas en EE.UU.
"Asumo que nuestras expresiones de dolor y nuestro compromiso de hacer algo diferente para evitar que sucedan estas cosas no son palabras vacías. Creo que vamos a ser capaces de conseguirlo. Tarde o temprano vamos a hacer esto bien. El recuerdo que estos niños lo merecen, y es lo que quiere el pueblo estadounidense", concluyó.