Dos semanas después de haber exhortado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a tomar decisiones "difíciles", el Presidente de Estados Unidos afirmó que "llegó el momento para las dos partes (...) de aprovechar la ocasión" actual para alcanzar la paz.
"Es muy duro, muy arduo, va a haber que tomar decisiones políticas difíciles y riesgos si queremos avanzar", sostuvo Barack Obama al comparecer ante los periodistas en la oficina oval de la Casa Blanca, luego de su reunión con Mahmud Abbas, Presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
En la ocasión, Obama se refirió a su invitado -Abbas- como alguien que ha "renunciado a la violencia, ha buscado constantemente una solución diplomática y pacífica que permita a dos estados vivir uno al lado del otro con paz y seguridad".
Ese objetivo "es evidentemente difícil de alcanzar, y es por eso que nos ha tomado décadas llegar a donde estamos", agregó el Mandatario estadounidense.
Por su parte, el dirigente palestino dijo a Obama que Israel podría mostrar su "seriedad" frente a las negociaciones, actualmente congeladas, liberando un cuarto y último grupo de prisioneros para atender a sus compromisos de julio de 2013.
Fue en ese mes del año pasado que se habían relanzado las negociaciones directas entre israelíes y palestinos bajo la iniciativa del secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
EN BUSCA DE UN ACUERDO
En la actualidad, el objetivo es alcanzar un marco que trace las grandes líneas de un acuerdo de paz y persuada a las dos partes a mantener las conversaciones más allá de la fecha límite del 29 de abril.
Esto trazaría las grandes líneas de una solución definitiva sobre las cuestiones del "estatuto final": las fronteras, la situación de las colonias israelíes en territorio palestino, la seguridad, el estatuto de Jerusalén y la situación de los refugiados palestinos.
Abbas dijo este lunes que la liberación de los prisioneros hasta el 29 de marzo "nos daría una señal muy sólida de la seriedad de los israelíes sobre el proceso de paz".
Los dirigentes palestinos expresaron fuertes reservas sobre las propuestas estadounidenses, en especial el reconocimiento de Israel como Estado judío y la manutención ilimitada de tropas israelíes en territorio palestino, dos exigencias del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu que los palestinos consideran inaceptables.
El lunes, Abbas hizo una referencia indirecta a la primera de esas dos cuestiones, al recordar que "en 1993 nosotros ya habíamos reconocido al Estado de Israel", en alusión al proceso de paz de Oslo que posteriormente entró en colapso.
El domingo, después de discusiones entre Kerry y Abbas, un funcionario del departamento de Estado dijo que el jefe de la diplomacia estadounidense había exhortado a su interlocutor a trabajar para reducir las enormes diferencias con Israel.
Kerry reconoció el pasado miércoles no haber "visto jamás" un nivel parecido de desconfianza como el que verificó entre las dos partes, y que un acuerdo de paz, aunque aún sea "posible", era "difícil".
Durante el encuentro de este lunes en la Casa Blanca, que debía ser seguido por un desayuno de trabajo, miles de palestinos se manifestaron en toda Cisjordania en apoyo a Abas: más de 5.000 en Naplusa (norte), unos 1.500 en Ramala y más de 1.000 en Hebrón (sur), de acuerdo con periodistas de la AFP.
Abbas incluso recibió el apoyo del presidente israelí Shimon Peres, quien ejerce funciones esencialmente protocolares, quien tomó de sorpresa a varios ministros del gobierno de derecha, para quienes el mandatario palestino no es un "asociado" para hacer la paz.
"El Presidente Abbas es un hombre de principios, es contrario al terrorismo, y contrario a la violencia. Es un buen asociado y estoy contento de que nuestro gobierno negocie con él", expresó Peres en un comunicado de la presidencia.