El Presidente de EEUU, Barack Obama, confirmó hoy el enjuiciamiento en territorio de EEUU de cinco de los principales sospechosos por los atentados del 11 de septiembre de 2001 y aseguró que el proceso será de "una justicia escrupulosa".
Los sospechosos incluyen a Khalid Sheikh Mohammed , supuesto cerebro de los atentados del 11/9, que serán trasladados a Nueva York para ser juzgados.
Según Obama, que habló en el transcurso de una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, con quien se reunió hoy en Tokio, el secretario de Justicia, Eric Holder, efectuará un anuncio en las próximas horas.
Los otros cuatro sospechosos incluidos en este procesamiento son Walid binAtash, Ramzi Bin alShibh, Ali Abdul Aziz Ali y Mustafa alHawsawi.
Abdl alRahim alNashiri, supuesto planificador del ataque en 2000 contra el destructor estadounidense Cole, en Yemen, será juzgado en un tribunal militar.
Todos ellos se encuentran en este momento retenidos en la prisión de Guantánamo.
El anuncio del juicio coincide con la dimisión del consejero legal de la Casa Blanca, Gregory Craig, que no ha podido conseguir avances en el proceso para cerrar esa penitenciaría.
Según los medios estadounidenses, Craig quedará reemplazado por el letrado demócrata Bob Bauer, el abogado personal de Obama.
La partida ya se rumoreaba desde hace semanas, en particular después de que altos funcionarios indicaran que Craig había dejado de ser el principal responsable del proceso de cierre de Guantánamo.
Craig fue uno de los principales asesores de Obama durante la campaña electoral, donde se mostró muy crítico contra la entonces rival del senador y actual secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Como consejero legal de la Casa Blanca se hizo cargo del proceso para el cierre de Guantánamo, después de que Obama anunciara tras su toma de posesión la clausura de la penitenciaría para el 20 de enero de 2010.
Pero Craig, según el diario, quedó pronto desencantado del proceso político. Sus críticos le acusaban de no haber tenido en cuenta cosas como la oposición entre los legisladores al cierre de la prisión y la posible transferencia de detenidos a EEUU.
Funcionarios de la Casa Blanca han admitido la improbabilidad de que se pueda cumplir el plazo del 20 de enero para el cierre de Guantánamo. Entre otras cosas, hasta ahora no ha sido posible determinar qué hacer con una serie de casos que no se pueden extraditar a terceros países o juzgar en tribunales militares de EEUU.