Toda una paradoja. En su campaña presidencial de 2008, Barack Obama prometió "un mundo libre de armas nucleares" e incluso, al año siguiente, firmó con su entonces homólogo ruso, Dmitri Medvedev, un acuerdo mediante el cual Washington y Moscú se comprometían a reducir en un 30% sus armas estratégicas en siete años. Luego, Obama recibió el Nobel de la Paz y el año pasado ofreció reducir en un tercio el arsenal nuclear de su país si Rusia hacía lo mismo.

Pero las buenas intenciones y las declaraciones pacifistas de Obama han quedado sólo en eso. Al menos esto es lo que se deduce del plan que tiene el gobierno para renovar el arsenal nuclear de EE.UU. Modernización que contempla una modesta reducción de armas atómicas a cambio.

Según reveló el diario The New York Times, el costo del nuevo programa nuclear de Obama asciende a un billón de dólares para los próximos 30 años. De acuerdo con el Monterey Institute of International Studies, el gasto anual de EE.UU. en el desarrollo de su arsenal nuclear, así como la investigación atómica, ascienden a US$ 10 mil millones.

Washington tiene un total de 7.315 ojivas nucleares, de las cuales 1.920 se encuentran desplegadas, según cifras de la Federación de Científicos Norteamericanos (FAS). Este mismo número se repite en sitios web de otras agencias de monitoreo de armas atómicas.

Estados Unidos fue el primer país en desarrollar una bomba nuclear y el primero que la usó (contra Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, en 1945). Pero Rusia es actualmente el país que tiene más ojivas nucleares: 8.000. En tercer lugar se ubica Francia, con 300, y luego China, con 250. Otros países que tienen bombas atómicas son Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.

Precisamente, de acuerdo con expertos, Obama se vio obligado a renovar el arsenal nuclear debido a la estrategia expansionista de Vladimir Putin, que quedó de manifiesto por la situación en Ucrania, pero también por el creciente poderío de Beijing y de países como Pakistán.

Según el Times, el gobierno está aplicando su plan de renovación para ocho fábricas y laboratorios nucleares, que emplean a más de 40.000 personas en todo el país. Y ya está lista una fábrica en Kansas City. Las otras se localizan en estados como California, Texas, Nuevo México, Carolina del Sur y Tennessee.

Estas renovadas plantas, que Obama aprobó para la fabricación de una fuerza pequeña de armas más confiables y precisas, podrían permitir que los sucesores del jefe de Estado demócrata amplíen el arsenal nuclear con suma rapidez en un futuro próximo.

El gobierno le ha dicho al Pentágono que planifique 12 nuevos misiles submarinos, hasta 100 nuevos bombarderos y 400 misiles con base en tierra, ya sea nuevos o restaurados.

No obstante, el gobierno de Obama insiste en que mejorar el arsenal nuclear es vital para volverlo más reducido y flexible.