En un breve mensaje desde los patios de la Casa Blanca, el Presidente de EEUU, Barack Obama, condenó el ataque al consulado de Bengasi, donde murió el embajador Chris Stevens y otros miembros de la legación diplomática. El mandatario apareció junto a la secretaria de Estado Hillary Clinton y reafirmó que este incidente en el país norteafricano "no romperá nuestros vínculos" con Libia.
"El mundo debe unirse para rechazar de manera inequívoca estos actos brutales", manifestó Obamay y reiteró que ordenadó una mayor seguridad para las embajadas estadounidenses.
El mandatario aseguró además que "se hará justicia" tras la muerte de Stevens, y que su gobierno trabajará con el de Libia para procesar a los culpables.
PEQUEÑO GRUPO
Previamente Hillary Clinton, se preguntó "cómo pudo ocurrir esto en un país que ayudamos a liberar y donde garantizamos la seguridad". Sin embargo, recalcó que el ataque "fue obra de un grupo pequeño y salvaje que no representa ni al pueblo ni al gobierno de Libia".
Por ello Clinton aseguró que no darán la espalda al país norteafricano. "Trabajaremos con las autoridades del país y con otros aliados para proteger nuestras embajadas. No tenemos otra prioridad que la de garantizar la seguridad de los nuestros, allá donde estén".
La representante del gobierno de Obama dijo además que lo sucedido, "debería conmover a pueblos de cualquier fe en todo el mundo". Clinton afirmó que el mundo necesita más personas como Chris, "un enamorado de Medio Oriente", enseñando en Marruecos como parte de los Peace Corps. "Hoy tenemos nuevos héroes que honrar y más amigos por los que llorar", apuntó.
"EEUU sigue apostando por una Libia libre y no vamos a desfallecer en ese esfuerzo (...) Nada justifica este ataque ni su violencia", dijo la secretaria de Estado. "Con actos así, el mundo nunca conocerá la paz estable".
Manifestó que es especialmente duro que esto ocurriera en el aniversario de los ataques del 11 de septiembre. "Nos recuerda que nuestro trabajo todavía no ha terminado".