El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebró hoy el acuerdo alcanzado entre Sudán y Sudán del Sur sobre los ingresos procedentes del petróleo al señalar que abre "la puerta a un futuro de prosperidad" para ambos países.

"Los líderes de Sudán y Sudán del Sur merecen ser felicitados por alcanzar un acuerdo y hallar un compromiso en un tema tan importante, por ello aplaudo los esfuerzos de la comunidad internacional para apoyar a las partes a encontrar una solución", afirmó Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.

El expresidente sudafricano Thabo Mbeki, mediador en la disputa, anunció que Sudan y Sudán del Sur llegaron a un acuerdo sobre el conflicto que en materia de petróleo ha llevado a intensos enfrentamientos en la zona fronteriza de ambos países en los últimos meses.

"Estoy también animado por el anuncio de un posible acuerdo en el acceso humanitario al sur de Kordofán y el Niño Azul, e insto a la inmediata implementación de este pacto para suministrar urgentemente la necesitad asistencia humanitaria a las personas en esas zonas", agregó el presidente estadounidense.

"Estados Unidos continuará apoyando los esfuerzos para avanzar en una paz duradera entre Sudán y Sudán del Sur y llamo a las partes a aprovechar el momento de este pacto para resolver temas pendientes en materia fronteriza y de seguridad", concluyó Obama.

Se espera que tras haber alcanzado el acuerdo, en el que se fijan las tasas que Sudán de Sur debe pagar por el tránsito de petróleo por territorio de Sudán, se reinicie la producción de crudo en breve, que se frenó el pasado mes de enero, aseguró Mbeki, aunque no ofreció una fecha exacta.

Sin embargo, aunque Jartum y Yuba han llegado a un acuerdo en cuanto a la producción de petróleo se refiere, aun quedan por resolver otros asuntos clave que enfrentan a ambos países, como la demarcación exacta de la frontera.

El Gobierno de Sudán del Sur, que se independizó de Sudán en julio de 2011 tras un referéndum de independencia, mantiene tensas relaciones con Jartum desde entonces, que llegaron a su peor momento en enero pasado, cuando Yuba frenó por completo la producción de 350.000 barriles de crudo al día.