El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió hoy en la sede de la ONU con el primer  ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ante quien destacó los lazos "inquebrantables" entre ambos países.

En una breve aparición ante la prensa, en el marco de la  entrevista, Obama volvió a rechazar las intenciones  palestinas de lograr una adhesión plena a las Naciones Unidas  porque a su juicio "la paz no puede ser impuesta, tiene que ser negociada".  

De todas maneras, recordó, "el objetivo último es el de tener dos estados viviendo uno al lado del otro, en paz". 

"El primer ministro -dijo Obama dirigiéndose a Netanyahu-  reconoce que el compromiso de Estados Unidos con Israel nunca se disolverá". "Los lazos entre Estados Unidos e Israel son  inquebrantables", agregó. Netanyahu, por su lado, consideró un "honor"  la promesa estadounidense de bloquear el reclamo palestino en la  ONU.

El dirigente israelí repitió, incluso, un concepto ya expresado por Obama en su discurso hoy ante la Asamblea General, donde advirtió que "no hay atajos para el final de un conflicto que se ha prolongado décadas".

Washington considera que el recurso a la ONU sería contraproducente, podría crear más violencia y no serviría para hacer avanzar la meta de dos Estados independientes que convivan en paz. Alega que la única vía de lograr un verdadero Estado palestino independiente es a través de conversaciones directas con Israel. Esas conversaciones se encuentran abandonadas desde hace un año, cuando expiró la moratoria israelí a la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos en Cisjordania.

Al tiempo que Obama se reúne con los líderes israelí y palestino, el resto de los miembros del Cuarteto mediador en Oriente Medio (EE.UU., Rusia, la Unión Europea y la ONU) tratan también de consensuar, hasta el momento sin resultado, una declaración que permita relanzar las negociaciones directas y evitar el impasse en Naciones Unidas.