El presidente estadounidense, Barack Obama, confirmó este miércoles que utilizará sus poderes de decreto respecto a la inmigración antes de fines de 2014, un día después de una derrota catastrófica en las elecciones por el Congreso.
"Antes de fin del año, vamos a tomar toda acción legal posible que yo considere mejorará el funcionamiento de nuestro sistema migratorio y nos permitirá aumentar los recursos para la frontera", dijo Obama a los periodistas.
El mandatario subrayó que seguir esperando "tiene un costo", no menos económico por los recursos destinados a deportar a inmigrantes clandestinos, en vez de permitir que se regularicen, paguen una multa e impuestos.
Pero al mismo tiempo Obama, que sufrió una catastrófica derrota en las elecciones del martes cuando los republicanos ampliaron su control de la Cámara de Representantes y conquistaron el Senado, dijo que extenderá la mano a la oposición en el Congreso.
"Estoy dispuesto a ver qué tienen para ofrecer" pero "no voy solo a quedarme a esperar", afirmó.
El senador Mitch McConnell, que se encamina a ser el líder de la mayoría republicana en el Senado a partir de enero, había advertido minutos antes al presidente contra cualquier acción individual del Ejecutivo sobre inmigración.
Un decreto del presidente para aliviar la situación de los 11 millones de inmigrantes clandestinos, sin consultar al Congreso, sería como levantar "una bandera roja frente a un toro", dijo McConnell.
El Senado aprobó una reforma del sistema migratorio, que contemplaba la regularización de los indocumentados y un astronómico incremento de la seguridad en la frontera, pero el proyecto fue bloqueado por los conservadores en la cámara baja.