El Presidente de EEUU, Barack Obama, decretó hoy como "zona de desastre" a Nueva York y Carolina del Norte, a tres días del devastador paso del huracán Irene, que causó la muerte de 43 personas.

La decisión del mandatario estadounidense debería destrabar los fondos federales para operaciones de rescate en dichos estados y labores de reconstrucción.

Sin embargo, la medida deja fuera al Estado de Vermont, que ha sufrido sus peores inundaciones en décadas.

Ayer, más de 200 carreteras quedaron bloqueadas en Vermont , en el noreste de EEUU, lo que dificulta la llegada de ayuda a 13 ciudades.

Irene tocó tierra el sábado pasado con vientos superiores a los 140 kilómetros por hora.