El presidente Estados Unidos, Barack Obama, emitió el lunes un decreto que declara a Venezuela una amenaza a la seguridad nacional, impuso sanciones a siete personas y expresó su preocupación por el tratamiento que da el Gobierno en Caracas a sus opositores.
El mandatario ordenó, además, que se implementen las sanciones aprobadas recientemente contra funcionarios venezolanos y declaró una situación de "emergencia nacional" por el "riesgo extraordinario" que supone la situación en ese país para la seguridad de EE.UU.
"Funcionarios de Venezuela que ahora y antes han violado los derechos humanos de ciudadanos venezolanos y se han involucrado en actos de corrupción no serán bienvenidos acá, y ahora tenemos herramientas para bloquear sus activos y el uso que hacen del sistema financiero de Estados Unidos", dijo en una declaración el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
"Estamos profundamente preocupados por los esfuerzos del Gobierno venezolano para aumentar la intimidación sobre los adversarios políticos. Los problemas de Venezuela no pueden resolverse criminalizando a los disidentes", agregó.