El Presidente de EEUU, Barack Obama, enviará hoy un mensaje a la ciudadanía en horario de máxima audiencia para defender la necesidad de la reforma sanitaria, la mayor prueba de su mandato hasta el momento y para la que el apoyo parece disminuir.
Obama comparecerá hoy ante los medios en la Sala Este de la Casa Blanca a partir de las 20:01 horas para su cuarta rueda de prensa en horario prime, en la que comenzará con una breve alocución en defensa de la reforma del sistema de salud público estadounidense.
La rueda de prensa culmina una campaña personal lanzada por el Mandatario en la que ha apostado su prestigio en defensa de la que fue una de sus principales promesas de campaña, pero en torno a la cual parece crecer el escepticismo del público y el Congreso.
En la actualidad se han presentado tres borradores de proyectos de ley distintos, en diversos comités legislativos, para tratar de solucionar el problema de cómo dar cobertura sanitaria asequible y de calidad a los cerca de cincuenta millones de estadounidenses que hoy carecen de seguro médico.
El coste de la reforma se ha calculado en cerca de un billón de dólares, lo que quita los votos de la oposición republicana e incluso de algunos demócratas moderados, en momentos en los que el déficit presupuestario estadounidense supera esa cifra.
El debate parece afectar la popularidad del Presidente, que superaba el 70 por ciento tras su investidura el pasado enero. Una encuesta que publica hoy el diario USA Today muestra que la aceptación de Obama se encuentra en el 55 por ciento, mientras que la desaprobación ha subido 16 puntos porcentuales y llega al 41 por ciento.
En parte se debe a que la economía, sumida en su peor crisis desde la Gran Depresión en los años treinta, no termina de arrancar.
Pero la encuesta también pone de relieve que el público ve con escepticismo la reforma sanitaria, una tarea con la que no pudo el anterior Presidente demócrata, Bill Clinton (1993-2001).
Según USA Today, tan solo un 44 por ciento de los estadounidenses apoya los esfuerzos del presidente en favor de la reforma. Un 50 por ciento está en contra.
OPOSICIÓN
Otras encuestas dadas a conocer a lo largo de esta semana se encuentran en la misma línea y parecen darle alas a la oposición republicana, que por primera vez desde que perdió la Casa Blanca en las elecciones del pasado noviembre se encuentra con un mensaje que tiene eco entre el público.
El senador republicano Jim DeMint llegó a afirmar que si conseguían frenar los esfuerzos de Obama en pro de la reforma, sería "su Waterloo", en alusión a la batalla que derrotó definitivamente al emperador francés Napoleón.
En su defensa, Obama aseguró el martes en una declaración en la Casa Blanca: "esto no es un juego político. Esto es sobre un sistema de cuidados sanitarios que está destrozando a las familias estadounidenses, las empresas estadounidenses y la economía estadounidense".
El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, considerado un posible candidato republicano para las elecciones de 2012, le da la réplica hoy con un artículo de opinión que publica el diario The Wall Street Journal, en el que afirma que tal y como está concebida, la reforma podría provocar la quiebra de empresas médicas, lo que perjudicaría la salud de la economía en general.
Pero incluso entre los republicanos parece haber divisiones. El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, expresó hoy su apoyo a los esfuerzos de Obama y en declaraciones a la cadena de televisión ABC consideró que es "intolerable que haya 48 millones de personas sin seguro médico en este país".