"Llevamos quince años de este nuevo siglo, que comenzaron con el terrorismo tocando nuestras costas, que siguieron con una nueva generación luchando dos guerras largas y costosas y que vieron cómo una recesión feroz se extendía en nuestro país y en el mundo. Han sido tiempos difíciles, pero esta noche, hemos dado vuelta la  página".

Así -tras una semana de anuncios y expectativas-, el Presidente de EE.UU., Barack Obama,  dio inicio anoche al tradicional discurso del Estado de la Unión, esta vez ante un Congreso con mayoría republicana.

El corazón de la alocución estuvo puesto en la economía,  pero también en la lucha contra el Estado Islámico (EI). Reforzado por la recuperación financiera, el mayor anuncio de Obama fue el alza de impuestos a los más ricos y otras medidas redistributivas, para favorecer a la clase media. Su plan de impuestos, catalogado por la prensa norteamericana como "Robin Hood", incluye el alza de impuesto para los rendimientos de capital para parejas que ganan más de US$ 500 mil al año a un 28%. También propuso una mayor presión fiscal sobre las herencias y una tasa sobre los bancos más grandes y que tengan activos sobre los US$ 50.000 millones.

"Los 400 contribuyentes más ricos pagaron en promedio 17% de impuestos en 2012, menos que las familias de clase media", dijo Obama.

Esto permitiría recaudar US$ 320.000 millones en los próximos 10 años, los que serían destinados a aliviar la carga tributaria a la clase media y también crear ayudas para la educación preescolar y universitaria. En su discurso, Obama reiteró su llamado a dar de forma gratuita dos años de universidad comunitaria.

"Esto es lo que la economía de clase media es, la idea de que a un país le va mejor cuando todo el mundo tiene una oportunidad justa, cuando todos hacen su parte justa y cuando todos tienen las mismas reglas", sostuvo Obama.

El mensaje tuvo un tono diferente, dado que a partir de ahora se enfrentará a un Congreso con mayoría republicana, por lo que las probabilidades de que sus propuestas sean aprobadas son escasas. Anoche, reiteró que vetará cualquier intento de revocar sus reformas en materia de sanidad, inmigración o al sistema financiero.

Obama también se refirió al acercamiento con Cuba -afirmando que el Congreso debe empezar "este año" a levantar el embargo comercial- y contó con la presencia del contratista Alan Gross, cuya liberación en La Habana ayudó a pavimentar el camino para restaurar de las relaciones.

También, se comprometió a derrotar al Estado Islámico, aunque dijo que aquello "tomará tiempo". "Pido a este Congreso a mostrarle al mundo que estamos unidos en esta misión y los convoco a aprobar una resolución que autorice el uso de fuerza contra el EI en Siria", dijo Obama.

En cuanto a los ciberataques, el mandatario anunció que "nos estamos asegurando que nuestro gobierno cuente con la inteligencia para combatir las amenazas cibernéticas, así como lo hemos hecho con el terrorismo".