El Presidente de EEUU, Barack Obama,  denunció hoy durante un encuentro con el primer ministro italiano,  Mario Monti, un "atroz baño de sangre" en Siria, donde fuerzas del gobierno  reprimen violentamente a la ciudad opositora Homs.

Más de 80 personas murieron hoy en Siria, la mayoría de las cuales  fueron civiles abatidos por las fuerzas de seguridad del régimen de Basher al Assad en la ciudad de Homs, donde las protestas son más intensas, mientras la  ONU anuncia "un agravamiento" del conflicto en ausencia de un consenso  internacional.

En declaraciones al final de una reunión con el primer ministro italiano Mario Monti, Obama reiteró su llamado a que Assad abandone el poder.

"Los dos tenemos un gran interés en poner fin al atroz baño de sangre que  hemos visto y ver una transición desde el actual gobierno que ha reprimido a su  propio pueblo", dijo el mandatario.