En su intento por ganarse a un sector importante del electorado, el presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección, Barack Obama, advirtió el miércoles a mujeres en Colorado "estado sin partido definido" que los republicanos buscarán suprimirles beneficios de atención médica y reducir el financiamiento a servicios de anticoncepción.

En una apasionada defensa de su reforma a la atención de salud, Obama intentó marcar un firme contraste con el virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney, de quien dijo que éste, si gana los comicios, pretende "aniquilar" desde su primer dí­a en la Casa Blanca la ley de salud que él decretó, así­ como "suprimir" la planificación familiar.

"(Los republicanos) nos quieren regresar a polí­ticas más propias de la década de 1950 que del siglo XXI", señaló Obama, quien afirmó que las decisiones que atañen la salud de las mujeres "no corresponden a los polí­ticos ni a las compañí­as aseguradoras, corresponden a ustedes".

Este acto, el primero de cuatro que Obama tiene previsto en una gira de dos dí­as por Colorado estuvo especí­ficamente dirigido a las mujeres, que conformaron una parte importante de la multitud de 4.000 personas.

Tanto Obama como Romney consideran crí­tico el voto de las mujeres en sus intentos por lograr la victoria en Colorado, donde la contienda presidencial está reñida cuando faltan tres dí­as para los comicios.

El equipo de campaña de Romney minimizó el mensaje de Obama ante las mujeres y lo describió como un distractor frente a la lentitud de la economí­a.

"Ningún ataque falso ni reciclado puede distraernos del hecho de que los cuatro años del gobierno del presidente Obama no han sido amables con las mujeres", señaló Amanda Henneberg, portavoz del equipo de campaña de Romney.

De acuerdo a una nueva encuesta de la Universidad de Quinnipiac, Obama y Romney están empatados técnicamente en las opciones de voto en las familias de Colorado que tienen ingresos anuales de entre 30.000 y 50.000 dólares, que constituyen un sector importante.

Obama es favorecido entre los electores con ingresos menores en tanto que Romney entre los electores con ingresos mayores.