El presidente Barack Obama insistió en su plan para lograr una reducción del déficit, en parte mediante el término de las exenciones tributarias y apuntando a gestores de fondos de cobertura, petroleras y multimillonarios para que asuman la carga.
Obama, un demócrata, está atrapado en una disputa con los republicanos sobre el modo de disminuir el déficit de Estados Unidos, como parte de un acuerdo para elevar el tope de deuda y evitar que Washington llegue a una cesación de pagos.
Los demócratas insisten en que se deben incluir algunas alzas tributarias en un paquete de recorte de déficit, mientras los republicanos afirman que eso sería malo para la economía. "Sería bueno si pudiéramos mantener todas las exenciones fiscales, pero no las podemos mantener", dijo Obama en su discurso semanal por radio e internet.
"Porque si elegimos mantener esas exenciones para (...) multimillonarios, o gestores de fondos de cobertura (...) o para compañías petroleras (...) que captan grandes utilidades sin nuestra ayuda, entonces tendremos que realizar cortes aún más profundos en otros lados", indicó.
Obama enumeró un rango de áreas -algunas consideradas prioridades políticas para los demócratas- que sufrirían recortes si se permite la continuidad de tales exenciones. "Tenemos que decirle a un estudiante: 'No recibirás una beca para la universidad', (...) a un investigador médico: 'No puedes realizar esa investigación sobre el cáncer', (...) a los adultos mayores: 'Deben pagar más por el Medicare'", dijo.
El senador Dan Coats, en el discurso semanal de los republicanos, afirmó que la reducción del gasto era la clave.
"Es tiempo de reconocer que impuestos más altos no son la respuesta a nuestro problema. Es momento de (tomar) medidas audaces y un nuevo plan para tratar nuestra crisis", señaló.
RIESGO DE CESACIÓN DE PAGOS
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha advertido de grandes riesgos si el Congreso no consigue elevar el tope de US$14,3 billones para el 2 de agosto, con la posibilidad de incurrir en una cesación de pagos. Obama dijo que ambos lados estaban de acuerdo en la necesidad de cortar gastos. Agregó que él y el vicepresidente Joe Biden habían progresado en conseguir que los legisladores acordaran las áreas en las que se reduciría el gasto.
"Durante las últimas semanas, el vicepresidente y yo hemos conseguido que ambos partidos identifiquen más de US$1 billón en recortes de gasto", dijo Obama. "Pero tras una década en la que Washington acumuló (deuda) en la tarjeta de crédito del país, tenemos que encontrar más de dónde ahorrar para salir de los números rojos", afirmó.
El temor a un default, que podría trastornar todo desde los pagos de deuda a los beneficios por la jubilación, aumentó luego que los republicanos se retiraran de las negociaciones del presupuesto que lideraba Biden la semana pasada.