Barack Obama aceptó formalmente este jueves la nominación demócrata a la presidencia estadounidense con la que intentará repetir mandato en la Casa Blanca y afirmó que las elecciones de noviembre serán clave porque en ellas están en juego dos visiones "fundamentalmente distintas" para el país.

"Acepto la nominación a presidente de Estados Unidos", dijo Obama al cierre de la convención demócrata en Charlotte, Carolina del Norte, ante una audiencia que lo aclamó pidiendo "cuatro años más" para el mandatario.

Obama recordó que la primera vez que se subió al podio de una convención demócrata fue ocho años atrás, cuando no era más que un candidato a senador desconocido que "habló de esperanza, no de optimismo ciego, sino de esperanza frente a las dificultades".

"Ocho años más tarde, esa esperanza ha sido puesta a prueba por los costes de la guerra, por una de las peores crisis en la historia y por un estancamiento político que nos ha dejado preguntándonos si todavía es posible afrontar los desafíos de nuestros tiempos", dijo en referencia a los problemas afrontados durante su primer mandato y al cansancio que, reconoció, provoca en todos una nueva batalla electoral. 

Aun así, Obama defendió la necesidad de acudir a las urnas el 6 de noviembre y advirtió de que esta cita electoral es la más importante de toda "una generación" porque en ella los electores deberán elegir entre dos visiones "fundamentalmente distintas" para el futuro del país.

"Cuando todo esté dicho y hecho, cuando ustedes tomen esa boleta para votar, tendrán que afrontar la decisión más clara de toda una generación" para determinar quién en Washington tomará decisiones "que tendrán un enorme impacto en nuestras vidas y en las vidas de nuestros hijos durante décadas", dijo Obama en el discurso que cerrará tres días de reunión demócrata en Charlotte.

CONTRA POLÍTICA EXTERIOR DE ROMNEY

El mandatario defendió su "liderazgo probado" en política internacional y afirmó que su rival republicano en las urnas, Mitt Romney, no está preparado para las "amenazas" múltiples que presenta la política exterior.

"Mi oponente y su compañero de fórmula (Paul Ryan) son nuevos en la política exterior, pero por lo que hemos visto y oído, quieren llevarnos de vuelta a una era de bravuconadas y meteduras de pata que tanto le costó a Estados Unidos", sostuvo Obama al aceptar la nominación demócrata a la presidencia en Charlotte, Carolina del Norte. 

Sin citar expresamente el nombre de Romney, Obama aprovechó la metedura de pata de su contrincante cuando provocó la ira de los británicos al criticar durante su visita a Londres los Juegos Olímpicos que se acababan de inaugurar en esa ciudad para poner en evidencia esa inexperiencia y falta de diplomacia que afirmó caracteriza a su rival.

"Uno no llama a Rusia nuestro enemigo número uno -en vez de a Al Qaida- a menos que esté atrapado en el tiempo y se crea que estamos aún en la Guerra Fría. Y puede que no se esté listo para emprender la diplomacia con Pekín si no puedes visitar los Juegos Olímpicos sin insultar a nuestro más estrecho aliado", agregó en referencia al incidente en Londres. 

Frente a la retórica de Romney, Obama contrapuso sus éxitos internacionales, afirmando que "en un mundo de nuevas amenazas y nuevos desafíos", los electores tienen en su persona un "liderazgo que ha sido probado".

Ello se demuestra, afirmó, en la muerte de Osama bin Laden o el hecho de que ya haya puesto fin a la guerra de Irak y una fecha, 2014, para acabar la de Afganistán, así como en sus esfuerzos para "reforzar en el mundo las alianzas y la formación de coaliciones para detener la proliferación de armas atómicas".