El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvo hoy una reunión en la Casa Blanca con su colega de Haití, René Préval, y aseguró que llegó el "tiempo de secarse las lágrimas" y ponerse a trabajar por la reconstrucción del país, asolado el 12 de enero por un devastador terremoto.
Obama y Préval hicieron declaraciones en los jardines de la casa presidencial después de la reunión en el Salón Oval, donde el gobernante haitiano explicó las "prioridades" de su país a más de dos meses del terremoto.
Préval le explicó a Obama que su gobierno está interesado en recibir asistencia para afrontar, entre los temas principales, la situación de las personas que quedaron sin vivienda y debieron ser reubicadas, y los planes de prevención médica ante la llegada de la temporada de lluvias.
En lo que pareció ser una respuesta a los gobernantes regionales que criticaron la fuerte presencia militar norteamericana en Haití tras el terremoto, Obama dijo que "miles de estadounidenses" permanecen en aquel país, "en el escenario" del terremoto, pero "a invitación del gobierno" de Puerto Príncipe.