Obama estudia elevar tarifas a mayores entidades financieras

La propuesta Agencia de Protección Financiera del Consumidor "será financiada por tarifas, asignaciones de fondos por el Congreso y otras transferencias", dijo un portavoz del Tesoro.




El Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama está examinando la posibilidad de elevar las tarifas que cobra a las mayores firmas financieras para cubrir en parte los costos de una nueva reglamentación que implementará la agencia creada para salvaguardar los productos financieros para el consumidor.

La propuesta Agencia de Protección Financiera del Consumidor "será financiada por tarifas, asignaciones de fondos por el Congreso y otras transferencias", dijo el portavoz del Tesoro, Andrew Williams, ayer. Las firmas con activos de más de US$10.000 millones "pagarán más por supervisión prudencial y del consumidor, mientras que los bancos de ámbitos locales no pagarán por la supervisión más de lo que pagan hoy. Las entidades no bancarias serán gravadas por primera vez".

El plan representa una mayor carga para bancos como Citigroup Inc., Bank of america Corp. y JPMorgan Chase & Co. que podrían verse sujetos al pago de más tarifas gubernamentales, destinadas a proteger a los consumidores y resguardar a los contribuyentes de una excesiva toma de riesgos. La propuesta sigue al plan de Obama de asegurar que las instituciones financieras sistémicamente importantes paguen los costos de una supervisión adicional.

El Gobierno quiere que las firmas consideradas demasiado grandes como para quebrar sean responsables de los costos de toda asistencia gubernamental. Recaudar mayores tarifas de los bancos más grandes para financiar la propuesta agencia de productos para el consumidor no forma parte de la propuesta gubernamental de más de 600 páginas para reorganizar la reglamentación financiera, dijo Williams.

Encabezada por la presidenta Sheila Bair, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) ha propuesto cobrar tarifas a los mayores holdings bancarios en la medida en que realicen actividades, como la negociación de títulos valores, fuera de los préstamos tradicionales. La idea va más allá del plan del Gobierno de Obama de renovar la reglamentación, en el marco del cual la Fed ajustará las normas de capital y liquidez para las mayores firmas, sin tarifas preestablecidas.

DOS NIVELES
Una estructura de tarifas de dos niveles para la protección del consumidor cobrará más altos cargos a las firmas con más de US$10.000 millones en activos, mientras que las tarifas para las instituciones menores serían más bajas, dijo un funcionario gubernamental ayer bajo condición de mantener el anonimato porque las propuestas no han sido anunciadas.

Michael Barr, subsecretario del Tesoro para instituciones financieras, dijo que el Gobierno de Obama está complacido con el debate sobre las propuestas en el Congreso, pese a que aún no han sido acogidas del todo por los legisladores.

Si bien el Tesoro ya ha propuesto cierta clase de tributación de las instituciones financieras para cubrir sus costos, el proyecto de ley no especifica exactamente quién será gravado ni cómo.

COBRAR TARIFAS
"La agencia debe recuperar el monto de fondos expendidos por la agencia conforme a esta ley, a través de la recaudación de tarifas o gravámenes anuales de las personas cubiertas", dice el proyecto de ley, divulgado el 30 de junio.

Los reguladores se han opuesto a diferentes aspectos del plan de Obama. El presidente de la Fed, Ben S. Bernanke, intentó mantener su autoridad para proteger al consumidor de productos financieros después de que el Gobierno buscó crear una nueva agencia para la tarea.

Bair y Mary Schapiro, la presidenta de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), han apoyado la creación de un consejo de agencias -en vez de la Fed- con poderes para frenar la toma de riesgos en las firmas tan grandes o interconectadas que su quiebra podría amenazar el sistema.

En una reunión del 31 de julio, Geithner intentó terminar con el disentimiento y usó un lenguaje fuerte con los jefes de los organismos reguladores, reflejando la preocupación por el destino de las propuestas gubernamentales, dijo una persona informada del asunto a condición de mantener el anonimato.

Los bancos y otras instituciones financieras han informado sobre US$1,6 billones en pérdidas crediticias y amortizaciones en todo el mundo desde que comenzó la crisis crediticia global en 2007.


SUPERVISION AL CONSUMIDOR
Según lo propuesto, el regulador del consumidor del Gobierno de Obama no tendría el poder de hacer cambios importantes en el ámbito financiero, dijo William Black, profesor de Derecho y Economía de la Universidad de Misuri en Kansas City y ex regulador bancario de Estados Unidos. Esto se debe a que el plan del Gobierno de Obama dispone que la supervisión general orientada al consumidor se mantenga separada del examen de los bancos y el cumplimiento de la normativa, dijo.

"Si ya hubiera sido implementada, no habría detenido la última crisis", dijo Black ayer en una entrevista telefónica. "Este es otro ejemplo de la creación de una torre de marfil divorciada de los resultados cotidianos de la supervisión" de las entidades financieras.

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