El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó el martes su apoyo a los esfuerzos de un grupo de senadores demócratas y republicanos para negociar un plan de reducción de deuda destinado a evitar que el país caiga en cesación de pagos.
Obama dijo que una propuesta del llamado "Grupo de los Seis" es consistente con su estrategia para reducir la deuda y el déficit.
Además, instó al líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, y al líder republicano Mitch McConnell a comenzar a "ir al grano" en las conversaciones.
La propuesta bipartidista incluye recorte de gastos y aumento de impuestos y permitiría elevar el techo de la deuda para que Estados Unidos no caiga en cesación de pagos.
"Estoy preparado para firmar un paquete complicado que englobe tanto recortes serios en los programas sociales como un componente adicional de ingresos", dijo Obama.
El plan presentado hoy por el "Grupo de los Seis", que encabeza el senador republicano Tom Coburn, prevé una reducción del déficit de US$3,7 billones en la próxima década mediante significativos recortes en el gasto público y una reforma tributaria.
Obama indicó que espera que en los "próximos dos días" se concrete y redacte un posible proyecto de ley para que sea presentado ante el Congreso.
El nuevo anuncio del "Grupo de los Seis" coincide con una votación prevista para hoy en la Cámara de Representantes de una propuesta más radical, conocida como "Cortar, controlar, limitar", con la que los republicanos pretenden desafiar al presidente estadounidense, quien ayer ya señaló que vetaría dicha ley.
La crisis de la deuda, que amenaza con dejar al país en suspensión de pagos el próximo 2 de agosto de no acordarse una elevación del límite de endeudamiento de US$14,29 billones, ha enfrentado a republicanos y demócratas acerca de las medidas necesarias para reducir el abultado déficit del país.
Aunque ambas partes coinciden en que no permitirán que el país se declare en mora, han sido incapaces hasta el momento de encontrar puntos en común debido, especialmente, a la confrontación en torno a los impuestos.
Los republicanos se han opuesto a cualquier plan que conlleve una reforma fiscal con subida de impuestos, algo que los demócratas consideran fundamental para equilibrar las cuentas.