El Presidente Barack Obama firmó hoy una ley de defensa por 680.000 millones de dólares que elimina algunos costosos proyectos de armas y amplía los gastos de guerra.
Además, en un cambio radical que amplía la protección a los derechos civiles, la ley también califica como delitos federales los ataques de intolerancia por orientación sexual.
La legislación, que se calcula abarca unos 680.000 millones de dólares, no brinda detalles de dinero, pero establece una guía básica para los comités legislativos que deciden las asignaciones monetarias.
Obama, que firmó la ley en una ceremonia en la Casa Blanca, dijo que elimina proyectos armamentistas que sólo derrochan fondos. Uno de ellos es el caza F-22 de la época de la Guerra Fría, que según sus detractores no se adecúa a las necesidades en Irak y Afganistán.
Obama destacó que se trata de un paso para acabar con los gastos militares innecesarios que según dijo constituyen "una afrenta para el pueblo estadounidense y para nuestras tropas".
Sin embargo, el presidente no logró ganar todas las batallas fiscales. La ley también contiene un programa que Obama amenazó con vetar, el desarrollo de un motor alternativo para el caza F-35. El gobierno dijo que era un gasto innecesario y trastornaría el programa F-35.
"Aún quedan más batallas, que necesitamos ganar", señaló Obama. "Tomará algo de tiempo cambiar las costumbres de Washington, y un esfuerzo sostenido".
La medida amplía la actual ley de intolerancia para incluir la violencia en base al género, orientación sexual o invalidez. Con el objeto de garantizar su aprobación tras años de frustrantes esfuerzos, los demócratas enlazaron la medida a la ley de defensa que debía ser aprobada pese a las objeciones de muchos republicanos.
Obama y el secretario de Defensa, Robert Gates, detectaron algunos proyectos que en su opinión debían ser eliminados, pero eso provocó objeciones de algunos legisladores. Aunque esos gastos eran innecesarios o anticuados para los funcionarios del Pentágono, podían significar pérdidas de empleos o roces políticos en los distritos de algunos legisladores.
"Cuando el secretario Gates y yo nos propusimos erradicar algunos de los proyectos que caían en el despilfarro, hubo mucha gente que pensó que no era posible hacerlo, que estaba segura que íbamos a ser derrotados, que estaba segura que nos iban a arrollar", señaló Obama. "Hoy hemos demostrado que estaban equivocados", agregó.
Entre esos casos, la ley terminó con el programa de reemplazos de helicópteros para la propia flota presidencial. El programa tiene seis años de rezago y el costo se ha duplicado en más de 13.000 millones de dólares.
En el frente militar, la ley aprueba un pedido de Obama de 130.000 millones de dólares, la más reciente asignación para las guerras de Irak y Afganistán.
Asimismo, le prohibe al gobierno que transfiera cualquier prisionero de Guantánamo para ser juzgado en territorio estadounidense sin notificar con 45 días de antelación al Congreso. Los detenidos en Guantánamo no podrán ser dejados en libertad en Estados Unidos.