La aprobación por parte de la Cámara de Representantes de la reforma sanitaria de Barack Obama no sólo representó un triunfo clave para el Presidente norteamericano. Ello, porque los sectores más conservadores también se anotaron una victoria, ya que lograron que se aprobara una enmienda que prohíbe el uso de fondos federales para actividades relacionadas con el aborto. Según el diario The New York Times, se trata del triunfo más importante para los sectores antiabortistas en los últimos años.
Durante el reciente debate sobre la reforma de la salud de Obama -que pretende extender la cobertura médica a gran parte de los 50 millones de estadounidenses sin pólizas para su salud-, los demócratas más conservadores deseaban incluir una referencia que limitara el aborto. Incluso, de acuerdo con algunos analistas, la idea de los republicanos más conservadores era generar una fuerte lucha interna entre los demócratas para hacer fracasar la reforma sanitaria de Obama.
Tal pelea nunca ocurrió, ya que la enmienda antiaborto sólo generó que los demócratas más conservadores terminaran votando a favor de la reforma.
"OFENSA PARA MUJERES"
La enmienda presentada por el representante demócrata Bart Stupak prohíbe que el nuevo plan de seguro médico cubra cualquier tipo de aborto, excepto en casos de violación, incesto o donde la vida de la madre se vea amenazada. Por 240 votos a favor y 194 en contra, la normativa establece, además, que las pólizas compradas con subsidios federales a aseguradoras privadas también tendrán las mismas restricciones y las mujeres que busquen cobertura para un aborto tendrán que comprar seguros separados con su propio dinero.
Este último punto enfureció a algunos congresistas, como la representante demócrata Diana DeGette, quien aseguró que la idea de comprar seguros separados para el aborto era "una ofensa para las mujeres", bajo el argumento de que nadie planea un embarazo no deseado.
Según The New York Times, esta enmienda es la principal victoria para los grupos antiaborto desde la aprobación, en 2003, de una medida que prohibe esta práctica a partir de las 12 semanas de gestación.
De acuerdo con este mismo periódico, ambos sectores dan crédito al fuerte lobby realizado por obispos católicos norteamericanos en el éxito de la enmienda antiaborto. Según el Times, a partir de julio los obispos escribieron una serie de cartas a los congresistas, instándolos a rechazar cualquier medida que implicara fondos públicos para el financiamiento de abortos. Incluso, durante el funeral del senador Edward Kennedy en agosto, el arzobispo de Boston, Sean O'Malley, se acercó a Obama para decirle que los obispos apoyarían su reforma a la salud siempre y cuando no apoyara los abortos.
Tanto Obama como otros líderes del Partido Demócrata habían prometido que la revisión de su propuesta de reforma sanitaria no utilizaría directamente dinero de los contribuyentes para financiar los abortos.
De acuerdo con el Times, hay cinco estados (Idaho, Kentucky, Missouri, Dakota del Norte y Oklahoma) que han ido incluso más allá de la enmienda aprobada en la Cámara Baja. Ello, porque en esos lugares ya existe una normativa estatal que prohíbe planes de salud privados que cubran abortos.
Tras el debate en la Cámara, la discusión sobre la reforma sanitaria pasará al Senado.