El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió hoy la necesidad de aprobar su plan de creación de empleo, al asegurar que permitirá proteger al país de mayores daños económicos "si la situación en Europa se hace aún peor".
Según el presidente, "no cabe duda de que la economía está más débil ahora que al comienzo del año", entre otras razones por la crisis de la deuda en Europa, a la que se sumó el aumento de los precios de la energía por la inestabilidad en los países árabes y el terremoto y tsunami en Japón.
La economía estadounidense "necesita de verdad una sacudida ahora mismo" para poder recuperar el camino de un crecimiento robusto, declaró el presidente estadounidense, que lanzó un llamado para que el Congreso someta a votación y dé su visto bueno al plan de empleo lo antes posible.
De otro modo, apuntó, "si no tomamos medidas, podríamos acabar teniendo problemas más significativos que ahora".
Entre otras cosas, el plan de empleo de Obama, valorado en cerca de US$447.000 millones, prevé inversiones en infraestructura y formación y una serie de incentivos fiscales para estimular las contrataciones.
Para pagarlo, prevé mayores recortes en el presupuesto del Estado y eliminar las desgravaciones a los más acomodados introducidas durante el mandato de su predecesor, George W Bush.
A estas propuestas, los demócratas en el Senado le han añadido la imposición de un impuesto del 5% a los millonarios.
Consultado a este respecto, Obama indicó que está "abierto a una variedad de modos para sufragar" el plan.
Acerca del movimiento de "indignados" contra Wall Street, el presidente estadounidense consideró que se trata de un modo de "expresar la frustración" de los ciudadanos tras la crisis financiera de 2008, al ver cómo algunos de sus responsables aún "tratan de combatir los esfuerzos para impedir que se repitan las prácticas que nos llevaron a esa situación".