El presidente estadounidense Barack Obama hizo un llamamiento a su homólogo chino Hu Jintao a que cumpla la promesa de dejar que el yuan se aprecie para contribuir a evitar los desequilibrios comerciales que exacerbaron la crisis económica mundial.
"Me complació notar el compromiso chino, hecho en declaraciones pasadas, de avanzar hacia un tipo de cambio más orientado al mercado con el paso del tiempo", dijo Obama durante una presentación conjunta con Hu después de reunirse en Pekín. "Hacerlo sobre la base de los fundamentos económicos constituirá una contribución esencial al esfuerzo mundial de reajuste".
El déficit comercial de Estados Unidos con China subió a su nivel más alto en 10 meses en septiembre, lo que suscita el temor a que la mezcla de una economía estadounidense en vías de recuperación y un tipo de cambio fijo del yuan frente al dólar empeore los desequilibrios mundiales. Las compras por China de dólares para impedir la apreciación del yuan aumentaron sus reservas de divisas a US$2,3 billones en el tercer trimestre, más del doble de cualquier otro país.
"En China hay un feroz debate continuo" sobre revalorización, dijo Michael Pettis, profesor de Finanzas en la Universidad de Pekín y ex director de mercados emergentes en Bear Stearns Cos. "Parece casi imposible que no vaya a haber un mayor enfoque en el comercio y las tensiones comerciales".
HU GUARDA SILENCIO
Hu, en sus declaraciones, no mencionó el vínculo del yuan al dólar en baja, lo que ha forzado a los bancos centrales del resto del Asia a vender sus monedas para limitar la apreciación y mantener su competitividad con China en materia de exportaciones. La rupia indonesia se apreció un 11% frente al yuan en los seis últimos meses, y el won coreano subió un 9,4%.
Dominique Strauss-Kahn, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, dijo hoy en Pekín que un yuan más fuerte le convendría a China y al mundo.
El yuan ha mantenido un tipo de cambio de unos 6,83 por dólar estadounidense desde julio del 2008. El tipo de cambio fijo también ha ayudado a China a convertirse en el mayor tenedor extranjero de deuda del Gobierno de Estados Unidos, con US$797.100 millones en agosto, un 10% más que al 1 de enero, según estadísticas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.